Andrés Arauz y Guillermo Lasso, la contienda final en Ecuador.  (Foto: @ecuarauz)

Arauz y Lasso, la contienda en Ecuador y la sombra de Correa

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Llegó a su fin. La campaña electoral en Ecuador ha finalizado. Desde este mismo viernes a las 00.00, los candidatos Andrés Arauz y Guillermo Lasso ya no pedirán el voto. La cita será el domingo en la segunda vuelta.

Ha sido una jornada atípica. Marcada por la pandemia de la Covid-19, los candidatos a la presidencia de Ecuador han realizado una campaña con restricciones de movimiento, cuyos viajes  fueron realizados en caravanas urbanas y pequeños mítines con sus votanes.

Fue el jueves cuando Arauz tuvo una concentración más numerosa. Cerca de 3.000 personas se concentraron al aire libre en Cumandá. Hubo sorpresa. Rafael Correa apareció en un video grabado desde Béliga, donde vive de 2017. El expresidente se enfrenta a una condena a ocho años de cárcel por cohecho, algo que considera una persecución política. “El domingo harán todo lo posible para que no ganemos”, dijo. Por su parte, Lasso se despidió de sus votantes y cerró campaña en su ciudad, Guayaquil.

Habrá que esperar si finalmente en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, Ecuador decide si el país regresa a la era de los gobiernos de Correa o da un giro de timón y comienza una nueva andadura de la mano de la derecha que ha representado los años de gobierno del presidente Lenin Moreno.

Los últimos sondeos aseguran que Andrés Arauz y Guillermo Lasso están prácticamente empatados al 50% en sus votos previstos para llegar a la presidencia de Ecuador; aunque todo cambió el pasado 7 de febrero. Las acusaciones de fraude y un polémico recuento llegaron a marcas las semanas posteriores. Ecuador afronta una etapa decisiva con la finalidad de acabar con la tensión política en el país.

También hay que reseñar que Arauz parte como favorito, convirtiéndose así en el presidente más joven de la historia de Ecuador, un país que roza los 17 millones de habitantes. Pese a la oposición acusó al economista de 36 años de ser un títere de Correa, lo cierto es que el candidato a la presidencia lo tiene claro: “Gobernaré yo, no Correa”. La única cérteza es el fin del gobierno de Lenin Moreno.

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