"A mi hija, que fue diagnosticada con lupus y artritis juvenil, le dijeron que iba a tener una niña que no podía nacer porque no tenía cerebro. Su estado era tan delicado, que le dijeron que también su vida corría peligro. El tratamiento era interrumpir el embarazo. Ella así me lo pidió, pero los médicos dijeron que no podían hacerlo porque en El Salvador es un delito".
Así comenzó el testimonio de la madre de Beatriz un nuevo viaje en el caso Beatriz contra El Salvador. El drama que pasó esta joven salvadoreña hace una década ha llevado hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos (IDH) la ley antiabortista más severa de América.
Su veredicto puede tener repercusiones tanto en el país que se sienta en el banquillo como en todo el continente, donde Nicaragua, República Dominicana, Haití y Honduras también prohíben el aborto sin excepciones.
"Si yo supiera que mi bebé va a sobrevivir me sacrificaría, pero como no hay ninguna esperanza…", le dijo Beatriz a su madre, quien explicó a los jueces que no comprendía que "si había un tratamiento (el aborto terapéutico) por qué la sometieron a esa tortura"
Su hija, era una empleada del hogar de 22 años, que nació en la zona rural del este de El Salvador y con un hijo anterior de un año. Estuvo 81 días hospitalizada durante el embarazo por las complicaciones de la enfermedad.
Trece médicos del Hospital Nacional de Maternidad de El Salvador determinaron a las 13 semanas que existía “un riesgo alto” para la vida de la madre y que la malformación del feto, una anencefalia incompatible con la vida extrauterina, "no se iba a corregir", detalló al tribunal el médico que trató a Beatriz, Guillermo Ortiz.
"Era el mejor momento para interrumpir el embarazo porque no iba a haber supervivencia fetal", expresó Ortiz, quien lamentó que "solo nos quedaba cuidar la salud de ella y no lo pudimos hacer" debido a que en El Salvador está prohibido por ley cualquier tipo de aborto, incluido el terapéutico.
La joven solicitó a la Corte Suprema de Justicia de El Salvador terminar el embarazo pero le fue negado. Y llevó su caso hasta la Corte IDH, que concluyó que el Estado salvadoreño debía permitir que se le practicase un aborto terapéutico.
A la semana 26 de embarazo, los médicos le sometieron finalmente una cesárea y el feto falleció cinco horas después. La joven salvadoreña murió en octubre de 2017 a consecuencia de las complicaciones de salud derivadas de un accidente leve de moto.
“Espero que lo que le pasó a Beatriz no le vuelva a pasar a ninguna mujer”, pidió la madre ante el máximo órgano de justicia de América Latina con sede en San José, Costa Rica, que por primera vez discute la penalización absoluta del aborto en El Salvador. Ortiz expresó que durante su carrera ha conocido casos de "muchas mujeres que murieron por falta de acceso al aborto terapéutico".
ABORTO LEGAL
Beatriz, el caso que pone contra las cuerdas a El Salvador

La joven solicitó a la Corte Suprema de Justicia de El Salvador terminar el embarazo pero le fue negado. (Foto: YouTube)
Su veredicto puede tener repercusiones tanto en el país que se sienta en el banquillo como en todo el continente, donde Nicaragua, República Dominicana, Haití y Honduras prohíben el aborto.
COMENTARIOS