Benny Gantz, un paso adelante para una gran coalición en tiempos de alta polarización. (Foto: @gantzbe)

Benny Gantz aceptó el pacto con Netanyahu por el interés de Israel

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No supone el fin de la gran polarización política en Israel. Pero abre un escenario de rotación en el cargo de primer ministro y activa una gran coalición del Likud con la oposición del bloque Azul y Blanco. El líder del Likud continuará como primer ministro hasta dentro de 18 meses.



Han sido 16 meses de bloqueo político y tres elecciones legislativas sin resultados definitivos en Israel que han supuesto una dura prueba y exacerbado las tensiones. Acuciados por la pandemia del coronavirus, el primer ministro en funciones, el conservador Benjamín Netanyahu, Bibi, y el líder centrista, Benny Gantz (presidente provisional de la Knéset) han acordado un Gobiernno de coalición con rotación en su liderazgo.

No han sido las consecuencias de una crisis sanitaria sino el zarpazo económico, lo que ha activado el acuerdo. Desplome de la economía y paro disparado hasta un 26%. 

Fundamentalmente Benny Gantz ha comprendido la necesidad de activar esta coalición sabiendo bien que Benjamín Netanyahu, Bibi, es tan querido como odiado. Seguramente esta fórmula de rotación va a poner fin a la carrera política de un primer ministro con enorme dsgaste incluso para sus más fervientes admiradores.

Solo 17 de los 33 diputados del bloque centrista Azul y Blanco han acompañado a Benny Gantz. Pero hay que destacar que si no hubiera dado este paso, la crisis seguiría apuntando a cuartas elecciones consecuetivas en lo que hubiera sido un peligro para el sistema. El centrista Yair Lapid será el nuevo líder de la oposición en la Knéset. Benjamín Netanyahu arranca como primer ministro pero pisando un terreno muy fragil tras ser imputado por corrupción.
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