El camión que convirtió en un infierno la vida de 39 inmigrantes

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La policía halló hace unos días a al menos diez personas muertas y una veintena de heridos dentro de un camión aparcado en San Antonio (Texas). Todo parecía indicar que se trataba de un caso de tráfico de personas. La totalidad luchaba por sobrevivir a temperaturas de 65 grados.

Tanto los fallecidos como las personas que fueron hospitalizadas, algunas en estado crítico, eran jóvenes y adultos de entre 20 y 30 años, aseguró el jefe de la policía de San Antonio, William McManus, en una rueda de prensa. 

Por su parte, el gobernador de Texas, Greg Abbott calificó al hecho de "una tragedia que rompe el corazón". "Texas seguirá dando protección a las víctimas que han sido despojadas de sus derechos más básicos, y aplicará todo el peso de la ley sobre quienes perpetraron este despreciable crimen", informó en un comunicado.

Diecisiete de la treintena de heridos hospitalizados en la ciudad de San Antonio estaban en "condición extremadamente crítica", afectados de deshidratación y calor excesivo. En la actualidad quince de ellas están en estado crítico por daño cerebral debido a la exposición al calor y la falta de oxígeno. 

El conductor del camión fue detenido. Comentó a las autoridades que recibió una llamada de un empleado de unos grandes almacenes Wallmart porque"una persona que iba en un camión de carga estacionado en el aparcamiento se le acercó para pedirle agua".  “Los cuerpos estaban inertes sobre el suelo como si fueran carne”, indicó. 

"El trabajador volvió con el agua, llamó a la policía y cuando llegamos encontramos ocho personas muertas en la parte trasera del tráiler", afirmó McManus y añadió que "había al menos 38 personas dentro del camión". 

Entre las víctima fueron identificados cuatro mexicanos. "Hasta el momento, de las 10 personas que perdieron la vida, y con base en los datos que se tienen confirmados (…), se informa que cuatro de ellas son de nacionalidad mexicana", detalló un comunicado emitido por las autoridades.  Horas antes, Guatemala confirmó que una de las víctimas mortales, un joven de 20 años, era de nacionalidad guatemalteca.

Según uno de los supervivientes que habló con los investigadores estadounidenses, durante la primera hora del viaje desde México hasta Texas no hubo problemas. "Pero luego, el calor, que alcanzó los 38 grados centígrados en el exterior y los 50° dentro del vehículo, y la falta de aire se hicieron insoportables".

Comenzaron a golpear las paredes para intentar avisar al conductor. Encontraron un agujero porque el que pasaba el aire y tomaron turnos para respirar. Habían pagado 3.300 dólares, en algún caso y 5.500 en otro por abordar el camión que les permitiría lograr su objetivo de llegar a Estados Unidos. Sin comida, ni agua.