China y Estados Unidos a la gresca en la ONU por Corea del Norte

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El ensayo nuclear que Corea del Norte llevó a cabo el domingo, el sexto desde 2006 y también el de mayor envergadura hasta la fecha, puso a la ONU entre la espada y la pared. Tampoco China y Rusia condenaron la actitud provocadora del régimen de Kim Jong-un, que volvió a saltarse sus obligaciones internacionales. 

Sin embargo, en la mañana del 4 de septiembre, en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad, se pudo ver cómo sus miembros no se consiguieron poner de acuerdo a la hora de afrontar el desafío norcoreano. 

Estados Unidos no dudó en acusar a Pionyang de "estar suplicando la guerra” y ha abogado por imponer las “sanciones más duras posibles”, una postura que respaldan Japón, el Reino Unido y Francia. Pero ni China ni Rusia están por la labor e insisten en buscar el diálogo.

Es decir, el mundo tiene que estar preparado para la guerra. El propio director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, uno de los organismos de la ONU, explicó que  Corea del Norte se ha convertido en una “amenaza global”.

Dicha definición apela  implícitamente a las responsabilidades del Consejo de Seguridad, que tiene potestad para autorizar una intervención armada si considera que la paz internacional y la seguridad están amenazadas. Sin embargo, Corea del Norte es una potencia nuclear, con suficiente artillería para lanzar una devastadora lluvia de misiles convencionales sobre Seúl en pocos minutos. 

Ni Estados Unidos da por acabada la vía diplomática. “Ha llegado el momento de agotar todos los medios diplomáticos antes de que sea demasiado tarde”, comentó su embajadora ante la ONU, Nikki Haley, durante la reunión de emergencia del Consejo.

“El espacio para las medias tintas se ha acabado”. Haley sugirió que su país podría imponer sanciones unilaterales a los países que comercien con Corea del Norte, una posibilidad que afectaría especialmente a China, responsable del 80% del comercio.

Lo cierto es que empiezan a quedar pocas opciones. El mes pasado se prohibió el comercio de carbón, hierro, plomo y marisco norcoreano con la intención de reducir en un tercio los ingresos que recibe en materia de exportaciones. En la actualidad, el textil esla principal fuente de ingresos de Pionyang.

Otro escenario mucho más extremo sería prohibir la venta de energía, pero China está cerrado en banda porque considera que podría provocar la caída del régimen y allanar el camino para que el país sea ocupado por tropas surcoreanas y estadounidenses, que pasarían a estar al otro lado de su frontera.

Como alternativa, China y Rusia abogan por una solución negociada. “El contencioso de la península debe resolverse por la vía pacífica. China nunca permitirá el caos y la guerra”, explicó su embajador en la ONU, Liu Jieyi. Ambos países propusieron que Corea del Norte frene su programa nuclear a cambio de que Washington y Seúl hagan lo propio con las maniobras militares conjuntas. Ahora, Suiza se ofreció a mediar pero Estados Unidos rechazó la oferta tildándola de "insultante".