Alemania vuelve a un confinamiento estricto. (Foto: DW)

Confinamiento estricto de cinco días en Alemania durante la Semana Santa

Compartir en:
Las restricciones previas estaban programadas para concluir el 28 de marzo, pero ahora permanecerán vigentes hasta el 18 de abril.



Angela Merkel al timón en Alemania en momento extremadamente delicado por la nueva extensión del coronavirus (contagiados y muertes); el proceso de lenta vacunación (conviven vacunados y enfermos); y la necesidad de proteger la economía para tratar de volver a una situación de normalidad en el mes de julio.



Finalmente, Alemania vuelve a un confinamiento estricto durante cinco días en Semana Santa por la situación "muy grave". La decisión se ha adoptado durante la madrugada de este martes 23 después de más de once horas de negociación a través de una videollamada entre Angela Merkel y los 16 primeros ministros federales.

Alemania obligará a todos los viajeros a hacerse un test PCR negativo al llegar al país desde cualquier lugar del mundo,  A la vez Alemania extendió por un mes sus medidas de confinamiento e impuso nuevas restricciones, incluyendo prácticamente suspender todas las actividades públicas con motivos de Pascua, a fin de reducir la tasa de infecciones de coronavirus.

La canciller Angela Merkel anunció las medidas después de una prolongada videollamada con los gobernadores de los 16 estados del país. Lo hizo casi tres semanas después de que ambas partes acordaron un plan para relajar algunas de las restricciones.

Alemania entró en una “nueva pandemia” debido a la propagación de las variantes del COVID-19, anunció Angela Merkel.

"Tenemos un nuevo virus. Es mucho más letal, mucho más infeccioso y contagioso durante mucho más tiempo", aseguró la canciller. 

"Vemos la intensidad del crecimiento exponencial y creo que los días extra de Semana Santa serán una contribución a los esfuerzos para controlar la pandemia”, afirmó.

Las regiones en donde el número de nuevas infecciones supere las 100 por cada 100.000 habitantes por tres días consecutivos decidirán medidas más estrictas, tal como se había acordado en la reunión previa. "Desafortunadamente, vamos a tener que usar este freno de emergencia", admitió la canciller.

Se acordó restringir prácticamente todas las actividades públicas del 1 al 3 de abril, incluyendo el cierre de la mayoría de las tiendas. Las reuniones privadas quedarán prohibidas del 1 al 5 de abril, a fin de alentar a las personas a quedarse en casa.

"Era absolutamente imprescindible emplear el freno de emergencia", insistió Angela Merkel al confirmar la decisión de dar un paso atrás en la estrategia de desescalada por el aumento de la incidencia en el último mes.

Angela Merkel y los líderes regionales acordaron a la vez extender a todos los viajeros que lleguen al país la obligatoriedad de hacerse un test PCR, independientemente del lugar de procedencia. Hasta ahora esta medida se limitaba a las consideradas “zonas de riesgo”.

Esta decisión es su respuesta a la polémica en torno a las vacaciones de Semana Santa en Mallorca. La demanda se había disparado después de que las autoridades alemanas sacasen a las Islas Baleares de la lista de zonas de riesgo, lo que eliminaba la obligación de test y cuarentena.

Se establece así, subrayó Angela Merkel, una "obligación general" de realizarse un test para entrar al país. Recordó que el Gobierno alemán desaconseja "en general todos los viajes que nos sean estrictamente necesarios".

El pasado 12 de marzo las autoridades alemanas sacaron a las Islas Baleares de la lista de zonas de riesgo (junto a otras cinco comunidades autónomas españolas), lo que desató la demanda de vuelos y estancias en la isla para las vacaciones de Semana Santa.

La situación provocó una fuerte controversia en España, donde la mayoría de ciudadanos no podrán salir en Semana Santa de su comunidad autónoma por las restricciones de la pandemia. Pero también en Alemania, donde el turismo interno está actualmente prohibido, lo que supone graves dificultades económicas para el sector.

La canciller insistió en que la situación es "muy grave" y apuntó la importancia de no "sobrecargar el sistema sanitario".

"Tenemos una nueva pandemia con la propagación de la variante británica", enfatizó la canciller indicando que esta mutación es ya la dominante en el país. Este virus es "más mortífero, más infeccioso" y provoca convalecencias más prolongadas, ha advertido de forma solemne y pedagógica la canciller.
Compartir en: