Corea del Norte desafía a China y la cumbre de la ruta de la seda de XI

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Desafío en toda regla de Corea del Norte al presidente de la República Popular de ChinaXi Jinping. Corea del Norte no aceptará interferencia y menos aún presión de Pekín por encargo de Washington.

Aviso también a los líderes de Corea del Sur y Estados Unidos con el lanzamiento de un cohete que voló 700 kilómetros. Para el nuevo presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, es una amarga sorpresa y desafío.

Según informaciones en Seúl, el misil fue lanzado de la zona del noroeste de Corea del Norte, Kusong. Se trata del décimo misil lanzado en 2017 por Corea del Norte.



La decisión de Kim Jong-un es esta vez una operación política calculada. Corea del Norte tiene la evidencia de que Estados Unidos teme intervenir porque ignora la capacidad de respuesta inmediata a un primer golpe. Kim Jong-un se ha fortalecido frente a Donald Trump.

Corea del Norte busca a la vez asentar su fortaleza frente el nuevo presidente de Corea del Sur, el progresista Moon Jae-in. Y todavía, de forma más sutil, pero decidida, Kim Jong-un pone a prueba a Xi Jinping arrojando sombras de temor  sobre su nueva Ruta de la Seda. En esta cumbre de jefes de Estado y de Gobierno -a la que asiste Mariano Rajoy- hay una delegación de la propia Corea del Norte.

Corea del Norte no quiere interferencias en las pruebas de sus misiles balísticos. Buscan el macabro objetivo estratégico de la posibilidad de alcanzar Estados Unidos con una bomba nuclear.

¿Hasta dónde van a llegar estos desafíos? La región Asia Pacífico sufre de no haber escrito el final de la Guerra Fría, tener abierto el foco de crisis geopolítica en la Península de Corea, y no haber puesto en pie un orgaismo de seguridad como la OTAN, el error que siempre lamentó Henry Kissinger.

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