El sector industrial está amenazado por los problemas con el sector energético. (Foto: Freepik)

La crisis energética europea amenaza parar la industria

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Europa está en crisis. Se avecina un invierno especialmente duro, las reservas de gas han disminuido y el gasoducto ruso que debía estar operativo este verano, ha tenido retrasos en su construcción.

El panorama no es alentador.

Cierre de fábricas

Ya en Reino Unido la crisis se deja sentir con especial énfasis. Luego de la pandemia, la recuperación económica no solo de Reino Unido sino del mundo, y en particular Europa, está amenazada por los altos precios del gas.

La empresa estadounidense CF Industries que elabora fertilizantes en las localidades inglesas de Ince y Billingham, se ha visto forzada a cerrar sus puertas debido a los elevadísimos precios del gas natural.

Esto puede significar que otras empresas europeas hagan lo mismo, pues los costes de producción se han disparado por la escasez de gas.

Esta enorme crisis energética que se está formando en Europa amenaza no solamente la remontada económica, sino incluso la provisión de alimentos en las mesas europeas y en el incremento de la factura de luz.

Según los expertos, la inflación en materias primas ahonda el riesgo de que la recuperación económica no se afiance. Y la decisión de cerrar las fábricas ha sido la más dolorosa, pero también la más lógica si producir genera cuantiosas pérdidas.

CF Industries produce principalmente nitrato de amonio, basado en nitrógeno. Los precios de los principales fertilizantes han subido en los últimos meses luego del paso del huracán Ida en Nueva Orleans, según Bloomberg.

Y mientras los precios del gas no se moderen, en Europa podremos ver un estancamiento en la producción. Pero los precios del gas inciden en todas las áreas.

Así lo atestiguan empresas francesas, como Roquette Freres, una procesadora de alimentos, y Tereos, el principal productor de azúcar en Francia.

El gasoducto ruso

Este invierno Europa enfrentará graves problemas de suministro de energía. No solo los precios del gas, también la electricidad y el petróleo han aumentado los precios a niveles récords.

Pero el foco se mantiene en la escasez de gas. Noruega, que debía acometer el mantenimiento de sus instalaciones, no pudo hacerlo el año pasado por el covid-19 y lo hace ahora.

El gasoducto ruso, el Nord Stream 2, por su parte, que debía estar listo este verano pasado y unir Rusia con Alemania, tuvo retrasos en la construcción. Moscú ha dicho que primero deberá llenar los almacenamientos rusos antes de pensar siquiera en suministrar más gas a Europa.

El ministro de energía ruso, Nikolay Shulginov, explicó que los próximos dos meses suplirán su mercado interno.

Y a esto se podría sumar la crisis de Marruecos y Argelia, que implicaría cerrar el histórico gasoducto de Magreg-Europa que abastece al continente vía España. Para Europa podría significar un gravísimo problema de suministro de gas de cara al invierno, lo que deja a la región sin tiempo para actuar.

El aumento en los precios del gas debido a la baja en las reservas se verá afectado si Europa decide abastecerse de gas trayendo buques de GNL de todas partes del mundo, sobre todo de Estados Unidos.

La producción industrial se verá mermada en un contexto donde habrá menos competitividad, más paro a medio plazo e inflación.
 
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