La economía pende de un hilo por la escasez de chips debido a su alta demanda mundial. (Foto: Freepik)

La crisis de la escasez de chips deja a la economía al borde del colapso

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La escasez de chips semiconductores a nivel global podría convertirse en uno de los principales fenómenos económicos de 2021. Esta escasez se ha producido por la conjunción de varios factores.

¿Qué pasa con los chips?

La escasez de semiconductores se ha debido, en principio, a un repentino aumento de la demanda en el mercado. Gran parte de los productos electrónicos que nos rodean contienen chips, como neveras, televisores, lavadoras, móviles, ordenadores, coches, patinetes, y un enorme etcétera.

En el comienzo de la pandemia, los fabricantes decidieron reducir la producción de chips en virtud de unas muy probables ventas menores. Sin embargo, la demanda de muchos electrodomésticos y otros productos se mantuvo durante la pandemia, a pesar de las predicciones.

Frente al alza de la demanda de más ordenadores, móviles y otros dispositivos, algunas áreas de la economía siguieron activas, solicitando más chips. Los fabricantes se vieron sobrepasados y a día de hoy se ven incapaces de suministrar toda la demanda.

Fuentes del sector revelan que esta tendencia podría mantenerse si la demanda sigue creciendo.

Quiénes son los principales productores

Taiwán, ese pequeñito país asiático que lucha por su independencia frente a China, es el principal productor de chips semiconductores.

En honor a la verdad, Taiwán posee el 54 % del mercado en lo que a fabricación se refiere, y Corea del Sur el 17 %, y la fabricación de chips enfrenta diversos y grandes riesgos que podrían ralentizar la recuperación económica.

¿En qué sentido? Si la producción de chips no abastece la demanda para producir bienes, tanto la inversión como el consumo tendrán una velocidad mucho más lenta que impedirá el crecimiento económico y la recuperación.

Los chips que fabrica Taiwán (específicamente TSMC) son para diseñadores de Estados Unidos como NVIDIA, Qualcomm o Broadcom, que terminan vendiendo estos chips ya diseñados a empresas como HP, Apple o Samsung.

Pero también produce chips para empresas de semiconductores –como Renesas–, que después abastecen a empresas automotrices, como Tesla, Toyota o Ford, que fabrican coches eléctricos.

Riesgos de Taiwán

El hecho de ser el principal fabricante de chips semiconductores lo coloca en una situación muy delicada, pues cualquier contratiempo puede significar un duro golpe a la tecnología mundial.

Hay tres riesgos importantes a los que se enfrenta el país: la escasez de agua, el exceso de calor y el covid-19.

Producir chips requiere de grandes volúmenes de agua ultrapura para que los dispositivos electrónicos no se contaminen. El país enfrenta una sequía en los últimos meses, y de no comenzar las lluvias, la producción se verá comprometida ante la necesidad de desviar el agua a la agricultura.

El exceso de calor genera picos altísimos de consumo de electricidad, lo que ha producido apagones, que pueden convertirse en una amenaza.

Y el tercer riesgo es el covid, pues si bien Taiwán tuvo una actuación impecable al comenzar la pandemia, ahora sufre un aumento en los contagios y en las muertes, que podría terminar en un confinamiento. Esto pondría en riesgo los envíos de chips al resto del mundo.

Lo antes expuesto, de convertirse en realidad, impactaría negativamente en el precio de los chips, y aunque los dispositivos continuarán produciéndose, estos tendrán menos funciones que los actuales. Además de generar una inflación mayor global.
 
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