Barrio en el Donbas. (Foto: Wikimedia)

Donbas, coartada de la invasión rusa

Compartir en:
Desde 2014 ha habido alrededor de 15.000 muertos, 25.000 heridos y más de 1.600.000 desplazados en esta región en conflicto.

La potencial invasión de tropas rusas a Ucrania tiene parte del camino hecho en el este de Ucrania, donde las tropas ucranianas enfrentan fuerzas prorrusas desde 2014, y donde acaba de romperse un alto al fuego hace pocos días, con intercambios de morteros y fuego de artillería entre ambos bandos.

En un conflicto que se ha prolongado por casi 8 años y en el que han muerto 15.000 personas, ha habido más de 25.000 heridos y más de 1.600.000 desplazados internos, en una guerra no declarada entre separatistas, apoyados financiera y militarmente por el gobierno ruso, y las fuerzas armadas ucranianas.

El largo conflicto en la cuenca del Donets

Hasta poco antes de comenzar el conflicto, el Donbas, como se denomina a la cuenca del Donets, era la región más densamente poblada de Ucrania, y una de las más industrializadas, con una economía orientada hacia la minería del carbón y la metalurgia.

En 2014, a raíz de la “reincorporación” de Crimea a la Federación Rusa, separatistas prorrusos declararon las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, formando fuerzas militares que desde entonces enfrentan al gobierno de Ucrania.

Desde ese momento, la comunidad internacional ha logrado dos acuerdos de alto al fuego que ninguno de los bandos enfrentados ha respetado del todo, y actualmente las principales ciudades de la región continúan en manos de los separatistas.

Aunque en la región la lengua dominante es el ruso, los ucranianos constituyen el 57 % de la población de Donetsk, y el 58 % de Lugansk. Los habitantes de origen ruso constituyen la minoría más grande, con un 38,2 en Donetsk y un 39 % en Lugansk.

Una “falsa bandera” para invadir

A principios de enero la Duma, el parlamento ruso, aprobó un proyecto para solicitar al presidente Putin el reconocimiento de las repúblicas de Donetsk y Lugansk, a fin de garantizar la seguridad de sus ciudadanos ante una “posible agresión”.

Putin ya ha respondido positivamente a esta solicitud, y este podría ser el primer paso en dirección a una anexión, tal y como se hizo con Crimea.

Hace pocos días se rompió el alto al fuego en el Donbas: proyectiles de artillería de milicias prorrusas impactaron en una guardería, vacía, en la zona ucraniana de Lugansk, y en respuesta hubo fuego de mortero. Desde entonces el gobierno de Ucrania ha reportado una veintena de ataques más.

Poco después de la ruptura del alto al fuego las fuerzas prorrusas anunciaron la evacuación de civiles al otro lado de la frontera.

Desde hace varias semanas funcionarios y analistas de Estados Unidos han declarado que Rusia podría inventar un pretexto para justificar la invasión, lo que se conoce como una “falsa bandera”.

La “falsa bandera” sería, en este caso, generar una situación en el Donbas que justifique una entrada de tropas rusas para proteger a los ciudadanos de origen ruso, y atraer a las fuerzas ucranianas a un terreno que dominan gracias a la presencia de las fuerzas separatistas.

Las siguientes horas después del ataque a la guardería se contabilizaron unas 500 explosiones a lo largo de los distintos frentes existentes en el Donbas, pero luego han bajado a unas treinta explosiones.

Entretanto, Francia, Alemania y Estados Unidos continúan las negociaciones con Rusia.
Compartir en: