Los cálculos son devastadores. (Foto: YouTube)

Fugas del Nord Stream o 20 millones de turismos en la Unión Europea

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Las fugas de los gasoductos Nord Stream 1 y 2 en el Báltico han puesto en alerta a la comunidad internacional, al considerar que se trata probablemente de un sabotaje, y han llenado de incertidumbre a Europa ante las consecuencias que puede tener en el suministro.

Sin embargo, la salida de gas de estos conductos al mar y al aire tiene también consecuencias medioambientales "terribles", según denuncian las organizaciones ecologistas.

Aunque no se puede calcular  la cantidad de gas que se está perdiendo es difícil, Greenpeace ha llevado a cabo un cálculo preliminar a partir de la cantidad de combustible presente en las tuberías afectadas.

Su conclusión es que los escapes emitirán en total 150.000 toneladas de metano, el equivalente a 30 millones de toneladas de dióxido de carbono, o lo que es lo mismo, a las emisiones anuales de 20 millones de turismos en la Unión Europea. Así al menos lo detalla Francisco del Pozo, responsable de la campaña del gas de Greenpeace e ingeniero técnico.

"Es casi todo el parque de vehículos de España, es una brutalidad de energía. Esto es un bocado en nuestro presupuesto de carbono anual", advierte. En otras palabras, el impacto de estas fugas es tan grande que altera los objetivos de reducción de emisiones. Del Pozo habla de "chapapote invisible" para referirse al gas, ya que "aunque lo que nos llega es que no pasa nada, porque no se ve, esto es una bomba climática".

El metano compone cerca del 90% del gas natural licuado. Es un gas menos conocido que el dióxido de carbono, pero mucho más potente a la hora de retener el calor en la atmósfera en el corto plazo, y es además el responsable del 30% del calentamiento global desde la Revolución Industrial, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Los cálculos de la Agencia del Medioambiente de Alemania son aún más devastadores. Pronostica que se emitirán 300.000 toneladas de metano, el doble que lo que ha contabilizado Greenpeace.

Esto se debe a que en sus 1.250 kilómetros de longitud, los gasoductos submarinos no tienen válvulas que se puedan cerrar para limitar el escape a un tramo más pequeño, por lo que se emitirá todo el gas que haya en los conductos.

El organismo alemán señala que una tonelada de metano, un gas considerablemente más dañino a la atmósfera que el dióxido de carbono en el corto plazo, calienta la atmósfera al mismo nivel que 25 toneladas de CO₂ en un periodo de 100 años, por lo que las emisiones de las fugas suponen lo mismo que 7,5 toneladas de este gas.

En las próximas dos décadas permanecerá en la atmósfera el equivalente a 25,5 millones de toneladas de dióxido de carbono, o lo que es lo mismo, casi un 9% de las emisiones anuales de un país como el nuestro.
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