Graves disturbios en la Plaza Bolívar de Bogotá y toque de queda en Cali

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La alcaldesa electa de BogotáClaudia López, y el alcalde el de MedellínDaniel Quintero, se sumaron a las protestas. 

Colombia vivió el  jueves 21 la mayor jornada de protestas contra el Gobierno de Iván Duque. Cali, la tercera ciudad más grande del país, decretó el toque de queda. Graves disturbios en la Plaza Bolívar de Bogotá, el corazón del país. "Al tiempo que reconocemos el valor de la protesta pacífica, también garantizaremos el orden", el mensaje de Iván Duque al país.



Paro nacional en primera seria prueba para el liderazgo del presidente. El Comando Nacional Unitario, que agrupa a varias centrales obreras, llamó a la movilización en protesta contra las reformas laborales y el sistema de pensiones.

La llamada al paro nacional se sumó a un clima de malestar, protestas e inquietud. Las redes sociales midieron esta crispación -#21NSomosTodos#ParoNacional-. un sentimiento de rechazo que crece ante el asesinato de líderes sociales, indígenas y excombatientes que firmaron la paz. Grave inquietud también por el regreso del fantasma de las ejecuciones extrajudiciales por parte de las Fuerzas Armadas,

Para el Centro Democrático, el partido fundado por el expresidente Álvaro Uribe, se trata de una estrategia de acoso a las democracias de América Latina. Para Iván Duque supone una protesta que llegó en un momento de especial debilidad. 

Los candidatos del Centro Democrático perdieron en las principales ciudades en las elecciones locales y regionales de octubre. La desaprobación del presidente alcanzó el 69% en las últimas encuestas.

La oposición tumbó al criticado ministro de Defensa, Guillermo Botero. Carlos Holmes Trujillo asumió su cartera. Fue en el vivo debate en el Senado cuando se supo la operación militar contra disidentes de las FARC en la que murieron al menos ocho menores de edad en el departamento de Caquetá. Levantó enorme indignación que no ha cesado.

No ha sido una protesta como las vividas en Ecuador y Chile. Pero se trata de un paro de marchas y reivindicaciones de largo alcance en un país preocupado por los índices de paro, la precaria calidad de vida y el clima de desasosiego político. Es un mensaje muy directo para Iván Duque de generaciones bien distintas que exigen un liderazgo poderoso y una agenda de justicia e ilusión que busque unir voluntades y no dividir.
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