Hong Kong vive la mayor marcha de rechazo a las amenazas de China

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Movilizaciones en ciudades de  Australia y Canada de apoyo a las protestas de Hong Kong, un movimiento que se extiende también a Reino Unido y Alemania. Una nueva manifestación multitudinaria en Hong Kong pese a las crecientes advertencias de China. Los organizadores cifraron en 1,7 millones los asistentes a una marcha pacífica contra las autoridades de la antigua colonia británica. Un desafío que crece y pone a Xi Jinping ante un momento crucial: respetar el marco especial de la ciudad o ahogar el grito de libertad.



Cinco peticiones del Frente Civil de Derechos Humanos (la Revolución negra o Revolución de los paraguas):

1. Retirada de la ley de extradición que está en el origen de las movilizaciones.
2.  Amnistía de todos los detenidos.
3. Investigación independiente sobre la actuación policial.
4. Derogación del término “revueltas”.
5. Instauración de un sufragio universal efectivo.



Movilización sin precedentes el domingo 18, más de un millón y medio de personas, para demostrar que el movimiento prodemocracia sigue siendo popular a pesar de la violencia y las amenazas de intervención de la República Popular China.



Después de cinco días de sentadas en el aeropuerto, y para detener las acusaciones de terrorismo de Pekín, el Frente Civil de Derechos Humanos llamó a una manifestación “racional y no violenta”. Bajo la lluvia torrencial en el Parque Victoria, en el corazón de la isla de Hong Kong, masiva marcha desafiando la prohibición policial que solo permitía una concentración.

Desde principios de junio, la región semiautónoma ha experimentado su peor crisis desde su regreso a China en 1997, con manifestaciones y acciones casi diarias para exigir el sufragio universal. Diez semanas después del evento inaugural el 9 de junio, el movimiento no ha recibido casi nada del gobierno pro Pekín de Hong Kong.



Esta falta de progreso había impulsado el movimiento hacia una cierta radicalización, como mostró el bloqueo del aeropuerto de Hong Kong con cancelación  de cientos de vuelos. Pero la manifestación de este domingo es una prueba de la determinación a favor de la democracia y de la movilización pacífica de una revolución transversal, de jóvenes y mayores.
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