Google fue denunciado por el Gobierno de Estados Unidos por presuntas prácticas de monopolio. (Foto: Envato)

El gran juicio de Google por prácticas antimonopolio

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El proceso legal contra el gigante tecnológico Google, que enfrenta acusaciones de monopolio presentadas por el Gobierno de Estados Unidos, comienza hoy en Washington y representa la amenaza legal más significativa que la empresa haya experimentado hasta la fecha.

Este juicio se llevará a cabo en el Tribunal de Distrito de Columbia y se anticipa que durará aproximadamente diez semanas. Durante este período, se presentarán testimonios de destacados ejecutivos de la industria tecnológica, ingenieros, economistas y académicos, con el objetivo de examinar cómo Google se convirtió en el líder de los motores de búsqueda en línea.

El Departamento de Justicia ha trabajado durante tres años en la construcción de este caso, que se inició durante la presidencia de Donald Trump (2017-2021) y fue continuado por Joe Biden después de asumir el cargo en 2021. Para su defensa, Google ha contratado a cientos de profesionales, incluyendo a tres influyentes firmas de abogados, y ha invertido millones de dólares en honorarios legales y cabildeo, según informes de medios estadounidenses como The New York Times.

Según las acusaciones del Departamento de Justicia, Google habría eliminado ilegalmente a la competencia al pagar a empresas para que hicieran de su motor de búsqueda la opción predeterminada en sus dispositivos y plataformas, incluyendo a Apple, que eligió a Google como motor de búsqueda predeterminado en el iPhone.

Según el Gobierno y una coalición de 38 fiscales generales estatales que se han unido a la demanda, estos acuerdos habrían permitido a Google mantener un monopolio, dificultando a los consumidores la elección de otros motores de búsqueda.

De acuerdo con datos de la empresa de análisis Similarweb, Google posee aproximadamente el 90% del mercado de motores de búsqueda en Estados Unidos y el 91% a nivel mundial.

Sin embargo, Google ha argumentado que sus acuerdos con Apple y otros no eran exclusivos, y que los consumidores podían cambiar fácilmente la configuración predeterminada de sus dispositivos para optar por motores de búsqueda alternativos.

A través de un comunicado de Kent Walker, responsable de asuntos globales de Google, la empresa sostiene que la demanda "tiene graves defectos" y que el juicio demostrará que los acuerdos de distribución de búsqueda reflejaban las elecciones de navegadores y fabricantes de dispositivos en función de la calidad de los servicios y las preferencias de los consumidores.

El juez federal Amit P. Mehta, designado en 2014 por el presidente Barack Obama (2009-2017), será quien emita la sentencia en este proceso, que se realizará sin un jurado. A lo largo de más de tres años de audiencias previas, el juez no ha revelado su opinión sobre el caso, aunque en una audiencia el mes pasado redujo la demanda, pero mantuvo el argumento central de que Google mantuvo su monopolio en la búsqueda a través de acuerdos con fabricantes.

La representación del Gobierno estará a cargo de Jonathan Kanter, fiscal general adjunto antimonopolio del Departamento de Justicia, quien es uno de los críticos progresistas de las grandes tecnologías designados por Biden para cargos gubernamentales relacionados con la aplicación de las leyes antimonopolio.

Kenneth Dintzer, subdirector de la división civil del Departamento de Justicia, dará el discurso de apertura y también se encuentra asignado al caso desde la Administración de Trump.

Entre sus argumentos se encuentra la queja de que Google destruyó mensajes instantáneos, privando así al Departamento de una fuente valiosa de discusiones sinceras entre ejecutivos de Google, incluyendo posibles testigos del juicio.

Es probable que el director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, y ejecutivos de Apple y otras empresas tecnológicas sean llamados como testigos en el juicio.
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