El papa Francisco podría tratar personalmente este asunto en la convocatoria. (Foto: @Pontifex_es)

El Papa Francisco llama a todos los obispos españoles en Roma

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El 28 de noviembre, todos los obispos españoles han sido convocados en una reunión sin precedentes en el Vaticano por el papa Francisco.

Oficialmente, la cita con la Conferencia Episcopal Española tiene como objetivo abordar la inspección realizada por dos obispos enviados desde Roma para visitar los seminarios en España. No obstante, esta convocatoria coincide con la reciente publicación del Informe del Defensor del Pueblo sobre los abusos sexuales en la Iglesia española.

Se sugiere que el papa Francisco podría tratar personalmente este asunto durante la convocatoria, según informan algunos medios de comunicación. Hace cinco años, el Papa convocó a los obispos chilenos tras los escándalos de abusos sexuales, lo que resultó en la dimisión de toda la cúpula.

Aunque no se ha confirmado la presencia del papa Francisco en la reunión, dada la naturaleza significativa de la convocatoria, parece probable que el Pontífice participe, según indica El País.

El pasado verano, Francisco visitó Portugal, donde escuchó personalmente a 13 víctimas de abusos sexuales en la Iglesia del país vecino. Les pidió perdón y reconoció que "los escándalos" han contribuido a distanciar a la sociedad del catolicismo.

La semana pasada, el Defensor del Pueblo en España, encabezado por Ángel Gabilondo, presentó su esperado informe, que señala que "los abusos sexuales en la Iglesia católica constituyen un grave problema social y de salud pública" y revela que son más extensos de lo que la curia jamás ha admitido.

Según el informe, se estima que alrededor de 440,000 personas han sufrido agresiones sexuales en nuestro país dentro de la Iglesia. También critica el papel de la cúpula eclesiástica, que aún muestra una actitud cautelosa y reticente.

"Por encima de una declarada voluntad de colaboración, los datos han sido presentados de una forma que tiende a minimizar el fenómeno y a relegarlo a un aspecto marginal en el seno de la institución, enfatizando la dimensión social del problema y rehuyendo abordar los factores internos que pueden favorecer las dinámicas de abuso y encubrimiento", señala el informe.
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