Interrogantes políticos y económicos sobre Xi Jinping en China
Nuevos y duros datos en la Crisis Coronavirus y las Cifras Wuhan. Una prestigiosa viróloga china advirtió de un posible virus ligado a los murciélagos casi un año antes de que se detectara el Covid-19, pero fue silenciada. Shi Zhengli y su equipo hicieron el dramatico vaticinio en enero de 2019, 11 meses antes de que se conocieran los primero casos en Wuhan.
¿Qué futuro se abre en China para Xi Jinping y el Partido Comunista de China (PCCh) en la primera gran crisis política y económica desde Mao Zedong?
Comienza a surgir en la escena internacional un discurso más duro e inflexible ante las sospechas que crecen sobre el nivel de transparencia de China en una crisis global que ya ha dejado el balance dramático de más de 2,2 millones contagiados y más de 148.000 muertos según datos de la Universidad Johns Hopkins. Una crisis sanitaria que ha supuesta un zarparo económico a la escena global como nunca se conoció desde la Gran Depresión.
Inicialmente el virus apareció en un mercado al aire libre de la ciudad china de Wuhan, donde se vendían vivos ciertos animales salvajes. El nuevo coronavirus sería de origen animal, presente en los murciélagos, y habría pasado al hombre y mutado.
Sin embargo el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, anunció una investigación para determinar si el virus se originó en un laboratorio de Wuhan. Acusó al Partido Comunista de China (PCCh) de haber ocultado información sobre la enfermedad cuando comenzaron los contagios.
Mike Pompeo habló abiertamente a la cadena Fox News, apuntando la idea lanzada por el propio presidente Donald Trump de que la pandemia comenzó cuando el virus se escapó por accidente de un laboratorio en Wuhan. Citó "varias fuentes".
"Llevamos a cabo una investigación exhaustiva sobre todo lo que podamos saber de cómo el virus se propagó, contaminó el mundo y provocó tal tragedia", dijo Mike Pompeo. Afirmó que el gobierno de Xi Jinping "sabía del virus antes de que se decidieran a dar información al público" y lo acusó de ocultar datos.
"Lo que sabemos es que este virus nació en Wuhan (China), que el Instituto de Virología de Wuhan está a unos pocos kilómetros del mercado. Hay todavía muchas cosas por saber", afirmó al preguntársele por un artículo del Legacy Media The Washington Post. La embajada de Estados Unidos en Pekín alertó al Departamento de Estado hace dos años sobre medidas de seguridad insuficientes en un laboratorio de Wuhan que estudiaba coronavirus en murciélagos. El secretario de Defensa, Mark Esper, afirmó por su parte que hasta ahora "no hay pruebas concluyentes".
Según la cadena Fox, el paciente cero de la pandemia podría haber sido infectado por una variedad de virus de un murciélago que estaban estudiando en el Instituto de Virología de Wuhan -que tiene el banco de virus más importante de Asia, donde se preservan más de 1.500 variedades-. Luego habría pasado a la población de esa ciudad.
El Instituto de Virología de Wuhan explicó por su parte que recibió el 30 de diciembre el nuevo coronavirus, entonces desconocido. El 2 de enero determinó la secuencia del genoma viral y sometió la información sobre el patógeno a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 11 de enero.
Según ese organismo, "hasta la fecha se desconoce la fuente del Sars-CoV-2, el coronavirus (CoV) que causa el covid-19". Todos los datos disponibles sugieren que el Sars-CoV-2 tiene un origen animal, y probablemente en el murciélago.
Oficialmente la Organización Mundial de la Salud ha asegurado que no es un virus creado en laboratorio. Pero la polémica no deja de crecer.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, aseguró al Legacy Media Financial Times (FT), que había zonas oscuras en la gestión china. "Hay cosas que sucedieron que no sabemos", advirtió. También aseguró que sería ingenuo pensar que China ha manejado bien la pandemia.
"Tendremos que hacer preguntas complicadas sobre la aparición del virus y sobre por qué no pudo ser frenado a tiempo", aseguró por su parte el ministro británico de Relaciones Exteriores, Dominic Raab.
Grandes interrogantes en China. Una de las consecuencias de esta enorme crisis de salud pública es la brecha clara que se ha creado entre el gobierno y la sociedad planteando un gran desafío al Partido Comunista de China (PCCh).
La epidemia de Covid-19 ha supuesto un frenazo inédito para el crecimiento chino. El Producto Interno Bruto (PIB) se desplomó un 6,8 por ciento en el primer trimestre, su peor resultado desde 1976. Es obvio que la contracción real en el primer trimestre es bastante mayor de lo que indican las cifras (oficiales).
Se ha abierto un gran interrogante sobre la imagen de China, su reputación y su influencia en África y América Latina. Muy posiblemente ha quedado dañado su proyecto de influir en Europa. Y es una gran incógnita el resultado de la relación entre Donald Trump y Xi Jinping.
Los analistas no consideran probable que pueda surgir un movimiento revolucionario en China. Pero atención que tampoco se auguraba el derrumbe de la Unión Soviética. Sucedió cinco años después de intentar ocultar Chernóbil. Una lección que probablemente en Pekín los líderes del Partido Comunista de China (PCCh) tienen muy presente.
¿Qué futuro se abre en China para Xi Jinping y el Partido Comunista de China (PCCh) en la primera gran crisis política y económica desde Mao Zedong?
Comienza a surgir en la escena internacional un discurso más duro e inflexible ante las sospechas que crecen sobre el nivel de transparencia de China en una crisis global que ya ha dejado el balance dramático de más de 2,2 millones contagiados y más de 148.000 muertos según datos de la Universidad Johns Hopkins. Una crisis sanitaria que ha supuesta un zarparo económico a la escena global como nunca se conoció desde la Gran Depresión.
Inicialmente el virus apareció en un mercado al aire libre de la ciudad china de Wuhan, donde se vendían vivos ciertos animales salvajes. El nuevo coronavirus sería de origen animal, presente en los murciélagos, y habría pasado al hombre y mutado.
Sin embargo el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, anunció una investigación para determinar si el virus se originó en un laboratorio de Wuhan. Acusó al Partido Comunista de China (PCCh) de haber ocultado información sobre la enfermedad cuando comenzaron los contagios.
Mike Pompeo habló abiertamente a la cadena Fox News, apuntando la idea lanzada por el propio presidente Donald Trump de que la pandemia comenzó cuando el virus se escapó por accidente de un laboratorio en Wuhan. Citó "varias fuentes".
"Llevamos a cabo una investigación exhaustiva sobre todo lo que podamos saber de cómo el virus se propagó, contaminó el mundo y provocó tal tragedia", dijo Mike Pompeo. Afirmó que el gobierno de Xi Jinping "sabía del virus antes de que se decidieran a dar información al público" y lo acusó de ocultar datos.
"Lo que sabemos es que este virus nació en Wuhan (China), que el Instituto de Virología de Wuhan está a unos pocos kilómetros del mercado. Hay todavía muchas cosas por saber", afirmó al preguntársele por un artículo del Legacy Media The Washington Post. La embajada de Estados Unidos en Pekín alertó al Departamento de Estado hace dos años sobre medidas de seguridad insuficientes en un laboratorio de Wuhan que estudiaba coronavirus en murciélagos. El secretario de Defensa, Mark Esper, afirmó por su parte que hasta ahora "no hay pruebas concluyentes".
Según la cadena Fox, el paciente cero de la pandemia podría haber sido infectado por una variedad de virus de un murciélago que estaban estudiando en el Instituto de Virología de Wuhan -que tiene el banco de virus más importante de Asia, donde se preservan más de 1.500 variedades-. Luego habría pasado a la población de esa ciudad.
El Instituto de Virología de Wuhan explicó por su parte que recibió el 30 de diciembre el nuevo coronavirus, entonces desconocido. El 2 de enero determinó la secuencia del genoma viral y sometió la información sobre el patógeno a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 11 de enero.
Según ese organismo, "hasta la fecha se desconoce la fuente del Sars-CoV-2, el coronavirus (CoV) que causa el covid-19". Todos los datos disponibles sugieren que el Sars-CoV-2 tiene un origen animal, y probablemente en el murciélago.
Oficialmente la Organización Mundial de la Salud ha asegurado que no es un virus creado en laboratorio. Pero la polémica no deja de crecer.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, aseguró al Legacy Media Financial Times (FT), que había zonas oscuras en la gestión china. "Hay cosas que sucedieron que no sabemos", advirtió. También aseguró que sería ingenuo pensar que China ha manejado bien la pandemia.
"Tendremos que hacer preguntas complicadas sobre la aparición del virus y sobre por qué no pudo ser frenado a tiempo", aseguró por su parte el ministro británico de Relaciones Exteriores, Dominic Raab.
Grandes interrogantes en China. Una de las consecuencias de esta enorme crisis de salud pública es la brecha clara que se ha creado entre el gobierno y la sociedad planteando un gran desafío al Partido Comunista de China (PCCh).
La epidemia de Covid-19 ha supuesto un frenazo inédito para el crecimiento chino. El Producto Interno Bruto (PIB) se desplomó un 6,8 por ciento en el primer trimestre, su peor resultado desde 1976. Es obvio que la contracción real en el primer trimestre es bastante mayor de lo que indican las cifras (oficiales).
Se ha abierto un gran interrogante sobre la imagen de China, su reputación y su influencia en África y América Latina. Muy posiblemente ha quedado dañado su proyecto de influir en Europa. Y es una gran incógnita el resultado de la relación entre Donald Trump y Xi Jinping.
Los analistas no consideran probable que pueda surgir un movimiento revolucionario en China. Pero atención que tampoco se auguraba el derrumbe de la Unión Soviética. Sucedió cinco años después de intentar ocultar Chernóbil. Una lección que probablemente en Pekín los líderes del Partido Comunista de China (PCCh) tienen muy presente.