Tras el Brexit las gasolineras vacías es una escena habitual en estos días. (Foto: Wikimedia)

Las claves de la crisis del combustible en Reino Unido

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En Reino Unido la crisis del combustible amenaza el bienestar de la población. Ofrecemos 4 claves para entender qué pasó y por qué es tan grave.

Fundamental: falta de conductores

Según un comunicado que esta semana distribuyó el gobierno, compañías petroleras como Royal Dutch Shell, Exxon Mobil o British Petroleum aseguran que hay suficiente combustible, tanto en las refinerías de Reino Unido como en los terminales.

La cuestión es que hay escasez de conductores de camiones cisterna: no cuentan con suficientes transportistas para sacar el combustible y repartirlo en las estaciones de servicio. Actualmente hay 235.000 camioneros, en contraste con los 305.000 de 2020.

Brexit, Covid

Desde el gobierno calculan que hacen falta al menos 100.000 conductores. 20.000 volvieron a sus países de origen cuando comenzó la pandemia, pero no pueden regresar debido a las nuevas normas migratorias vigentes con el Brexit.

Por otra parte, el covid-19 dificultó que se realizaran suficientes pruebas de conducir, y ambos factores combinados agravaron una situación de larga duración.

Se necesitan más conductores, pero este es un sector que no llama la atención de los jóvenes; más de un tercio de los camioneros tiene más de 55 años, y dentro de tres años al menos un tercio de ellos se retirará.

El reclutamiento se hace más difícil porque las condiciones laborales del sector no son atractivas (de hecho, son mucho peores que en otros países europeos) y el salario no compensa.

En busca de ayuda

Una de las consecuencias del Brexit es la nueva burocracia y las nuevas aduanas que deben afrontar los transportistas europeos, que son engorrosas y demoran horas. Eso convierte a Reino Unido en un destino poco atractivo para los camioneros.

Por otra parte, siendo que en el país no hay suficientes conductores de camiones, este era un oficio tradicionalmente en manos de transportistas europeos, sobre todo del este de Europa. El Brexit los dejó fuera porque ahora no tienen libertad de tránsito.

Estrategias gubernamentales

En primera instancia, suspendió la Ley de Competencia para que distintas empresas rivales colaboren y den prioridad al suministro en aquellas regiones donde la escasez es casi absoluta.

Por otra parte, ha pedido ayuda a soldados para que se pongan a la orden en caso de que deban conducir camiones cisterna.

Por último, prometió 5.000 visados para la contratación de extranjeros y más de un millón de antiguos conductores recibieron cartas del gobierno invitándoles a retomar el trabajo. También puso en marcha una estrategia para instruir a 4.000 camioneros nuevos.

Con esto se evidencia una de las principales mentiras sobre el Brexit: que los puestos de trabajo de los británicos eran ocupados por extranjeros de la UE. Estos puestos en particular no son codiciados por los británicos, y ahora se están viendo las consecuencias.

La falta de personal obligó a varias empresas a cerrar estaciones de servicio: de 8.000 gasolineras registradas en todo el país, tuvieron que cerrar 2.400, un 30 % de la capacidad.

Esto, a su vez, produjo problemas en el suministro de alimentos en cadenas de supermercados, y generó que miles de personas comenzaran a comprar más gasolina para llenar garrafas, con el fin de tener combustible.

El gobierno de Boris Johnson debe ponerse las pilas para solucionar un gran problema, ya que si bien no se trata de falta de combustible (llega el crudo normalmente y se refina normalmente), sí se debe resolver su transporte.
 
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