Macri rechazó el ataque a Cristina y Alicia Kirchner en Río Gallegos, Santa Cruz

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La expresidente Cristina Fernández de Kirchner (CFK) y la gobernadora de la provincia de Santa Cruz, Alicia Kirchner, hermana del fallecido expresidente Néstor, quedaron acorraladas por manifestantes violentos en la ciudad de Río Gallegos. Un escrache que interrumpió las emisiones de todos los canales de televisión en Buenos Aires.  

Segundo escrache contra Alicia Kirchner, pero esta vez más violento. Las redes sociales difundieron la presencia de Cristina en la residencia oficial de la gobernadora. Fue un efecto llamada. La policía tuvo que intervenir ante graves incidentes. Mauricio Macri condenó enérgicamente la protesta de una provincia que está quebrada e ilustra sobre el legado dejado por los Kirchner (primero Néstor y luego Cristina).

El escrache en Río Gallegos, en Santa Cruz, la cuna política del kirchnerismo y de los pingüinos -quienes fueron los hombres importantes de Néstor- se produce con el horizonte de unas elecciones en octubre que medirán al macrismo y sus aliados. El Papa ya no va a conceder más audiencias a políticos argentinos para no ser utilizado en una campaña que ya comenzó con fuerza.

El escrache se produjo además en el marco de la actual protesta de maestros en toda Argentina. Reclaman un aumento de un 18%. Pero en Santa Cruz, la gobernadora sólo ofrece un 3%. La expresidenta sopesa presentarse a las elecciones de octubre como senadora. La batalla política está abierta. El escrache de Río Gallegos destapó irritación. CFK podría no ser tan fuerte como ella misma considera.