MBS, el hijo favorito del rey Salmán, detiene a poderosos príncipes

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Alarma primero por la guerra de Yemen, al sur de la Península Arábiga, escenario de sorda lucha de poder político y religioso, e influencia, entre Arabia Saudí (poder suní) e Irán (poder chií).



La guerra de Yemen

Arabia Saudí anunció que interceptó y destruyó un misil en la capital, Riad, después de su lanzamiento desde Yemen. "La defensa aérea interceptó un misil al noreste de Riad", informó el canal estatal de noticias Al-Ekhbariya. Aseguró que no hubo daños materiales ni víctimas. El misil fue destruido cerca del aeropuerto internacional Rey Jaled, en Riad, que en ese momento operaba con normalidad. 

Después de dos años de guerra, Yemen atraviesa una aguda crisis humanitaria, la más importante en la historia moderna del país. El conflicto, entre fuerzas del gobierno apoyadas por la coalición dirigida por Arabia Saudí y el movimiento rebelde de los hutíes, ha provocado el colapso de las redes de abastecimiento de agua, los sistemas de salud y saneamiento.

El conflicto empezó en 2015 cuando rebeldes hutíes, de confesión chií, se alzaron contra el gobierno del presidente Abdrabbuh Mansour Hadi (suní), acusándolo de corrupción.

En la actualidad, el sur del país está bajo el control del gobierno, apoyado por la coalición liderada  por Arabia Saudí, y el norte está controlado por los rebeldes hutíes, que cuentan con el respaldo de Irán.



Operación contra la corrupción 

En este marco de tensiones en Riad, donde hay fisuras sobre la guerra del Yemen, se produjo una espectaculr operación política contra la corrupción, una redada de calado que coloca a Mohamed Bin Salmán, el audaz MBS, el hijo favorito del rey Salmán, en el centro es la escena política de Arabia Saudí.

Oficialmente MBS lanzó una operación contra la corrupción que contó con el apoyo del monarca. Fueron detenidos once príncipes, cuatro ministros en activo y decenas de antiguos ministros.

Todos ellos fueron acusados de corrupción, según la cadena Al Arabiya. Se informó en paralelo que se creó el Comité Anticorrupción presidido por el propio MBS.

En el marco de la operación anticorrupción, y en decisiones que obviamente fueron presentadas por MBS, el rey Salmán cesó a los ministros de Economía y de la Guardia Real. Al frente de una institución clave como la Guardia Real  fue cesado el príncipe Miteb Bin Abdalá y nombrado el príncipe Jaled Bin Abdulaziz al Muqrin. Adel Fakieh, quien fue nombrado para la cartera de Economía en abril de 2015, ha sido sustituido por Mohammed al Tuwaijri.

El Comité Anticorrupción ha reabierto el caso de las inundaciones de Yeddah de 2009 -con un balance de 122 muertos y 350 desaparecidos-, y el caso del MERS, el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio, que se identificó por primera vez en 2012 en Arabia Saudí.

Entre los detenidos -y fue noticia que afectó a las Bolsas en el Golfo-, se encuentra el importante y poderoso príncipe saudí Al Walid bin Talal bin Abdulaziz. El príncipe es dueño de parte de Twitter, Apple, News Corporation, Citigroup, la cadena de hoteles Four Seasons y el servicio de transporte Lyft. Es además accionista mayoritario de la cadena de canales de televisión árabes Rotana Group.

Para analistas situados en el Golfo, Arabia Saudí estaría avanzando hacia la gran sucesión que supondrá la llegada al trono de MBS, un liderazgo audaz que causa rechazo en parte de la familia real y en sectores de la vida política saudí opuestos a la guerra del Yemen y la política agresiva contra Catar.
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