Operación antiterrorista en el este de Ucrania (Guerra de Ucrania). (Foto: Wikimedia)

Miles de civiles ucranianos entrenan para la guerra

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Con armas de madera, miles de civiles entrenan en las calles de Kiev y Chernóbil, preparándose para resistir la invasión.

Mientras países como Estados Unidos, Reino Unido y Países Bajos piden a sus ciudadanos abandonar Ucrania por razones de seguridad, miles de civiles ucranianos reciben entrenamiento utilizando armas de madera, preparándose para defenderse de una inminente invasión rusa.

Se trata de voluntarios de las unidades de defensa territorial, que en las últimas semanas se han unido a las reservas del ejército de Ucrania, como parte de los 120.000 voluntarios que las fuerzas armadas aspiran a entrenar antes de que las fuerzas rusas crucen las fronteras.

Chernóbil como campo de entrenamiento

La desierta Chernóbil podría ser un escenario de combates si los rusos deciden avanzar desde Bielorrusia, donde han estado realizando ejercicios militares en conjunto con las fuerzas de ese país, en dirección a Kiev.

Por eso no es de extrañar que voluntarios y fuerzas profesionales ucranianas estén utilizando sus edificios y calles vacías como áreas de entrenamiento.

En tal sentido, el ministro del Interior de Ucrania, Denys Monastyrsky, ha declarado:

“El propósito de estos ejercicios era trabajar el escenario –la toma de las instalaciones y su liberación por la Guardia Nacional–. Lo segundo es practicar el trabajo de una pareja de francotiradores. Todos estos escenarios están tomados y resumidos de los casos ocurridos desde 2014 durante la guerra ruso-ucraniana".

Una guerra asimétrica

En Kiev, mientras tanto, cientos de civiles entrenan entre las ruinas de una antigua fábrica de tractores, utilizando armas de madera.

La fábrica es utilizada por el Batallón Azov como centro de entrenamiento para más de 500 civiles, previendo la ocupación de Kiev por parte de los rusos, y un enfrentamiento que solo se puede calificar de asimétrico, entre las fuerzas y milicias armadas ucranianas y el poderoso ejército ruso.

Los miembros de este grupo paramilitar combatieron en 2014 contra las milicias prorrusas en el este del país, y ahora se han integrado al ejército ucraniano. Han convocado a miles de voluntarios bajo la consigna de “no caigas en el pánico, prepárate”.

Su comandante, Andrei Biletski, no se hace ilusiones, y considera que la única forma de enfrentar la superioridad militar soviética será utilizando tácticas de guerra asimétrica. Para ello es necesario contar con civiles organizados y con entrenamiento militar.

El paisaje antes de la batalla

Mientras Estados Unidos, varios países europeos, e incluso Rusia reducen el número de su personal diplomático en Kiev, la tensión militar sigue en aumento.

Polonia y otras naciones han anunciado el envío de armamento (quizás para reemplazar las armas de madera) y aunque el presidente de Estados Unidos conversará este sábado con el presidente ruso, no han cesado las advertencias de una invasión inminente por parte de las fuerzas rusas.

La OTAN continúa desplegando fuerzas militares en torno a Ucrania, con la esperanza de disuadir a los rusos, que han desplegado una fuerza de más de 100.000 hombres en la frontera con Ucrania, y han colocado además fuerzas militares en Bielorrusia, un gobierno aliado de Putin.

Aunque las conversaciones y contactos diplomáticos continúan, la amenaza de la invasión no ha dejado de crecer desde noviembre pasado, cuando se detectó el incremento de tropas en la frontera entre ambos países.
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