La oposición de Israel alcanza un acuerdo para echar a Netanyahu. (Foto: YouTube CBS)

Negociaciones en Israel para acabar con el poder de Netanyahu

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Israel está cada vez más cerca de formar un amplio Gobierno de coalición que podría acabar con el poder del actual primer ministro, Benjamín Netanyahu. Esto se produce tras el anuncio, este domingo, del ultraderechista religioso Naftali Bennett de que intentará crear un "Gobierno de unidad" con el centrista y líder del bloque opositor Yair Lapid.

Bennett, actor clave que con sus 7 escaños, podía ayudar a decantar la balanza a favor del conglomerado derechista y religioso que encabeza Netanyahu o de la amplia amalgama de partidos opositores, dio este domingo un paso firme al comprometerse a establecer coalición con Lapid, actual encargado de formar Gobierno en Israel tras haber recibido la tarea de parte del presidente el pasado cinco de mayo.

"En este momento decisivo, debemos asumir responsabilidades. Pretendo hacer todo lo que está en mi poder para formar un gobierno de unidad nacional con mi amigo Yair Lapid que devuelva el país a la senda correcta", anunció Bennett en un discurso televisado , donde apeló al sentido de la responsabilidad para sacar Israel de su largo bloqueo político. 

Después de que el país se haya visto abocado a cuatro comicios en solo dos años –los últimos en marzo– sin lograr hasta ahora una clara mayoría y tras el fracaso de Netanyahu para formar un gobierno de derechas, Bennett aseguró que los únicos escenarios posibles son "unas quintas elecciones" o crear "un ejecutivo de unidad nacional" que lo evite. 

Eso sí, también hay que saber que su paso, aunque no significa la materialización definitiva de un Gobierno anti-Netanyahu, pone contra las cuerdas al actual primer ministro y le resta opciones para revalidar el cargo, tras haberlo ostentado de manera seguida durante los últimos 12 años.

Netanyahu, imputado con cargos de corrupción en tres casos distintos, reaccionó rápidamente al anuncio de Benet acusándole de "traición" a los votantes derechistas, alertó ante "el peligro" de un "Ejecutivo izquierdista" para "la seguridad y futuro de Israel" e instó a hacer un último intento para alcanzar un Gobierno de derechas. 

Por su parte, Netanyahu acusó a Bennett de cometer el "fraude del siglo" al traicionar a los casi dos millones de israelíes que votaron por partidos de derecha porque "lo único que quiere es convertirse él en primer ministro". 

De hecho, al frente de la formación Yamina, Bennett, antiguo protegido del ministro Netanyahu, representa una corriente ultranacionalista y derechista, favorable a la colonización de los territorios palestinos ocupados, y ultraliberal en lo económico, una ideología de difícil encaje con la de otros partidos necesarios en la autodenominada "coalición de cambio".        
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