La UE se plantea la creación de un ejército europeo
Josep Borrell, el jefe de la diplomacia europea, ha declarado la necesidad de que Europa posea una fuerza militar independiente de Estados Unidos, cosa que no ocurre con la OTAN.
La OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), si bien desde su fundación en 1949 ha funcionado como un sistema de defensa colectiva bajo el comando de Estados Unidos, debió retirarse precipitadamente de Afganistán, tras la decisión de Estados Unidos de sacar sus tropas de ese país.
Esta situación ha dejado a Europa con la sensación de depender demasiado de terceros, aunque sean aliados y amigos, y con la creciente necesidad de formar un ejército capaz de movilizarse y desarrollar sus propias capacidades.
Para ello, hay un documento por el cual se están guiando las reuniones de la UE: la Brújula estratégica, que puede ayudar a definir posibles amenazas, ambiciones y objetivos de la UE en materia de defensa.
No hay unanimidad
Borrell admite, tras la reunión informal de ministros de defensa celebrada en Kranj, Eslovenia, que no existe aún unanimidad entre los países miembros de la Unión Europea para que se dé el visto bueno a la creación del citado ejército.
Sin embargo, piensa que tras la situación extrema que está viviendo Afganistán, los países que aún no están convencidos comiencen a ver una opción distinta.
Dos bandos
Básicamente, hay dos bandos enfrentados ante la idea de un ejército europeo: los que apoyan una visión europeísta –entre los que se cuentan Alemania, Francia, España, Italia o Bélgica–, y los “atlantistas”, que apoyan a la OTAN, como Hungría, República Checa, Eslovaquia, Polonia o Portugal.
El principal problema para tomar una decisión es que se necesita unanimidad, y si no existe acuerdo entre los países miembros, será difícil que se llegue a concretar la creación del ejército.
Países como Hungría, por ejemplo, se niega a una integración completa con la Unión Europea, y por ello frena las iniciativas tendentes a la unificación.
Propuesta de Alemania
Por su parte, Angela Merkel, la canciller de Alemania, ha propuesto que se active el artículo 44 del Tratado de la Unión Europea, en el que se plantea la posibilidad de formar coaliciones voluntarias de países.
Borrell ha estado de acuerdo en explorar esta posibilidad, pero ha dejado en claro que también para activar el citado artículo se requiere de unanimidad, aunque hay menos requisitos.
¿Podrá ser una realidad futura el ejército europeo?
Borrell no es muy optimista, ya que las divisiones al interior de la Unión Europea impiden que se alcancen acuerdos en materia de defensa. Por otra parte, una solución podría ser la renovación o reforma del mencionado Tratado.
Este Tratado alude a la defensa en su artículo 42, referido a una política común de seguridad y defensa de los países miembros, pero todas las decisiones deben darse unánimemente en el Consejo Europeo, respetando asimismo las decisiones de la OTAN.
Cualquier decisión unánime significa ponerse de acuerdo con una visión conjunta, cosa que por los momentos no parece posible.
La OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), si bien desde su fundación en 1949 ha funcionado como un sistema de defensa colectiva bajo el comando de Estados Unidos, debió retirarse precipitadamente de Afganistán, tras la decisión de Estados Unidos de sacar sus tropas de ese país.
Esta situación ha dejado a Europa con la sensación de depender demasiado de terceros, aunque sean aliados y amigos, y con la creciente necesidad de formar un ejército capaz de movilizarse y desarrollar sus propias capacidades.
Para ello, hay un documento por el cual se están guiando las reuniones de la UE: la Brújula estratégica, que puede ayudar a definir posibles amenazas, ambiciones y objetivos de la UE en materia de defensa.
No hay unanimidad
Borrell admite, tras la reunión informal de ministros de defensa celebrada en Kranj, Eslovenia, que no existe aún unanimidad entre los países miembros de la Unión Europea para que se dé el visto bueno a la creación del citado ejército.
Sin embargo, piensa que tras la situación extrema que está viviendo Afganistán, los países que aún no están convencidos comiencen a ver una opción distinta.
Dos bandos
Básicamente, hay dos bandos enfrentados ante la idea de un ejército europeo: los que apoyan una visión europeísta –entre los que se cuentan Alemania, Francia, España, Italia o Bélgica–, y los “atlantistas”, que apoyan a la OTAN, como Hungría, República Checa, Eslovaquia, Polonia o Portugal.
El principal problema para tomar una decisión es que se necesita unanimidad, y si no existe acuerdo entre los países miembros, será difícil que se llegue a concretar la creación del ejército.
Países como Hungría, por ejemplo, se niega a una integración completa con la Unión Europea, y por ello frena las iniciativas tendentes a la unificación.
Propuesta de Alemania
Por su parte, Angela Merkel, la canciller de Alemania, ha propuesto que se active el artículo 44 del Tratado de la Unión Europea, en el que se plantea la posibilidad de formar coaliciones voluntarias de países.
Borrell ha estado de acuerdo en explorar esta posibilidad, pero ha dejado en claro que también para activar el citado artículo se requiere de unanimidad, aunque hay menos requisitos.
¿Podrá ser una realidad futura el ejército europeo?
Borrell no es muy optimista, ya que las divisiones al interior de la Unión Europea impiden que se alcancen acuerdos en materia de defensa. Por otra parte, una solución podría ser la renovación o reforma del mencionado Tratado.
Este Tratado alude a la defensa en su artículo 42, referido a una política común de seguridad y defensa de los países miembros, pero todas las decisiones deben darse unánimemente en el Consejo Europeo, respetando asimismo las decisiones de la OTAN.
Cualquier decisión unánime significa ponerse de acuerdo con una visión conjunta, cosa que por los momentos no parece posible.
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