La popularidad de Johnson cae al mínimo desde que es primer ministro
La referida encuesta ha señalado que el 49 % de los votantes no aprueba la gestión del Primer Ministro referida al covid-19, abriendo completamente las restricciones en Inglaterra dirigidas a evitar contagios el 19 de julio pasado. Apenas el 34 % respalda la gestión.
Esto ha significado los peores números que Johnson ha sacado desde su llegada a Downing Street, en 2019, tras la renuncia de Theresa May.
La diferencia de 15 puntos negativos en contra es el resultado del controvertido manejo de la pandemia que ha llevado a cabo.
La popularidad de Johnson cae al mínimo desde que es Primer Ministro
Efectivamente, tal y como asegura la firma Opinium encargada de realizar sondeos en la población inglesa, en su última encuesta, la popularidad de Johnson cae al mínimo desde que es Primer Ministro, de 53 veces que ha elaborado encuestas políticas.
Su opositor del Partido Laborista, Keir Starmer, también vio reducida su popularidad: un 28 % aprueba su labor y un 39 % la desaprueba.
Sin embargo, si en estos momentos se celebrasen elecciones generales, el Partido de los Tories (el partido de Johnson) ganaría con un 42 % de intención de voto, el Partido Laborista tendría un 35 %, el partido de los liberal demócratas sacaría un 7 % y el Partido Verde saldría con apenas un 5 % de los votos.
Esto significa que el Partido Conservador, a pesar de Boris Johnson, mantiene la intención de voto de los británicos. Tal vez se deba al “impulso de las vacunas”, que dio una ventaja al partido gobernante, según señaló Adam Drummond, el jefe de opinión pública de Opinium.
El programa de vacunación del Primer Ministro contra el covid-19 produjo un alza en su popularidad durante los primeros meses en que se implantó, que dio ciertamente un buen aire a las gestiones pertinentes.
Sin embargo, las controvertidas declaraciones de Johnson, junto al retiro de todas las restricciones tendentes a evitar más contagios de covid-19 durante la ola más fuerte de la pandemia en enero pasado, han llevado por los suelos su popularidad.
Los británicos están descontentos con su Primer Ministro, y quizá aunque gane el Partido Conservador en unas elecciones generales a día de hoy, tendría que cambiar de candidato, o procurar que Johnson corrija el rumbo si quiere permanecer en Downing Street.
La variante delta en Reino Unido
La insistencia de Johnson en volver a la normalidad pese a la explosión de casos en Reino Unido por la variante delta deja a los ciudadanos descontentos y desconcertados.
Esta actitud se ha traducido en el peor apoyo de la población a Johnson desde que asumió el cargo en 2019.
Ya no es obligatorio el distanciamiento social, el aforo de eventos sociales no está limitado y ponerse tapabocas es opcional. Según el Primer Ministro, todas estas medidas también protegen la economía.
Pero dichas medidas solo son aplicables a Inglaterra, ya que tanto Gales como Escocia e Irlanda del Norte gestionan de forma independiente los asuntos sanitarios. Estos países han decidido esperar más tiempo antes de levantar completamente las restricciones.
En Inglaterra la medida no ha caído muy bien, ya que el número de infecciones no deja de aumentar, impulsadas por la variante delta, que se propaga mucho más rápidamente.
Esto ha significado los peores números que Johnson ha sacado desde su llegada a Downing Street, en 2019, tras la renuncia de Theresa May.
La diferencia de 15 puntos negativos en contra es el resultado del controvertido manejo de la pandemia que ha llevado a cabo.
La popularidad de Johnson cae al mínimo desde que es Primer Ministro
Efectivamente, tal y como asegura la firma Opinium encargada de realizar sondeos en la población inglesa, en su última encuesta, la popularidad de Johnson cae al mínimo desde que es Primer Ministro, de 53 veces que ha elaborado encuestas políticas.
Su opositor del Partido Laborista, Keir Starmer, también vio reducida su popularidad: un 28 % aprueba su labor y un 39 % la desaprueba.
Sin embargo, si en estos momentos se celebrasen elecciones generales, el Partido de los Tories (el partido de Johnson) ganaría con un 42 % de intención de voto, el Partido Laborista tendría un 35 %, el partido de los liberal demócratas sacaría un 7 % y el Partido Verde saldría con apenas un 5 % de los votos.
Esto significa que el Partido Conservador, a pesar de Boris Johnson, mantiene la intención de voto de los británicos. Tal vez se deba al “impulso de las vacunas”, que dio una ventaja al partido gobernante, según señaló Adam Drummond, el jefe de opinión pública de Opinium.
El programa de vacunación del Primer Ministro contra el covid-19 produjo un alza en su popularidad durante los primeros meses en que se implantó, que dio ciertamente un buen aire a las gestiones pertinentes.
Sin embargo, las controvertidas declaraciones de Johnson, junto al retiro de todas las restricciones tendentes a evitar más contagios de covid-19 durante la ola más fuerte de la pandemia en enero pasado, han llevado por los suelos su popularidad.
Los británicos están descontentos con su Primer Ministro, y quizá aunque gane el Partido Conservador en unas elecciones generales a día de hoy, tendría que cambiar de candidato, o procurar que Johnson corrija el rumbo si quiere permanecer en Downing Street.
La variante delta en Reino Unido
La insistencia de Johnson en volver a la normalidad pese a la explosión de casos en Reino Unido por la variante delta deja a los ciudadanos descontentos y desconcertados.
Esta actitud se ha traducido en el peor apoyo de la población a Johnson desde que asumió el cargo en 2019.
Ya no es obligatorio el distanciamiento social, el aforo de eventos sociales no está limitado y ponerse tapabocas es opcional. Según el Primer Ministro, todas estas medidas también protegen la economía.
Pero dichas medidas solo son aplicables a Inglaterra, ya que tanto Gales como Escocia e Irlanda del Norte gestionan de forma independiente los asuntos sanitarios. Estos países han decidido esperar más tiempo antes de levantar completamente las restricciones.
En Inglaterra la medida no ha caído muy bien, ya que el número de infecciones no deja de aumentar, impulsadas por la variante delta, que se propaga mucho más rápidamente.
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