Proceso Teller-Ulam, el factor que hace dudar a Donald Trump

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Corea del Sur realizó este lunes un simulacro de lanzamiento de misiles hacia Corea del Norte en respuesta a la prueba nuclear de Pyongyang (Pionyang). En Seúl hay nervios ante una crisis que entró en un círculo infernal que puede superar el riesgo de crisis geopolítica

Japón teme el estallido de la peor crisis bélica y humanitaria en la región de Asia Pacífico, y el derrumbe económico y destrucción de ciudades. En Tokio, donde golpea la historia, hay desolación ante la falta de alternativas de quien es su aliado, Estados Unidos.

Estados Unidos por su parte amenaza con una “respuesta militar masiva” al reto nuclear de Corea del Norte. Apuesta por asfixiar económicamente al régimen de Kim Jong-un y afirma que no busca "el aniquilamiento" de Pyongyang, pero avisa de que dispone de "muchas opciones" para hacerlo. Realmente Donald Trump duda sobre la respuesta adecuada (política o militar) tras encadenar pasos falsos en la región Asia Pacífico desde el comienzo de su mandato.



El conflicto de Corea del Norte cambió totalmente con el acceso de Kim Jong-un a la bomba de hidrógeno, el llamado Proceso Teller-Ulam.

El diseño de Teller-Ulam supone un arma nuclear conocida como como el secreto de la bomba de hidrógeno.  Su nombre viene de los dos principales contribuidores, el físico húngaro-estadounidense Edward Teller y del matemáticopolaco-estadounidense Stanisław Ulam, que desarrolló el diseño en 1951. La bomba H, también llamada bomba de hidrógeno bomba de fusión o bomba termonuclear es una bomba nuclear de destrucción apocalíptica.

Corea del Norte confirmó el domingo que ha probado con éxito una bomba de hidrógeno diseñada para ser transportada en un misil balístico intercontinental.

Hubo dos terremotos. Tras el lanzamiento se registró un temblor artificial de magnitud 5,7 en Kilju, en la provincia de Hamgyong, según la agencia meteorológica de Corea del Sur y el Estado Mayor Conjunto. Además, el Servicio Geológico de Estados Unidos lo describió como una explosión que provocó un sismo de magnitud 6,3.

El poder de esta bomba se sitúa en los cien kilotones, esto es cinco veces la bomba que lanzó Estados Unidos en Nagasaki en 1945. Podría destrozar un radio de 30-40 kilómetros. Se lanzó por primera vez en 1952 sobre un atolón en el Pacífico. Su fuerza explosiva era unas 800 veces superior a la de las primeras bombas atómicas.

Debido a su desmesurada fuerza destructiva y la incontrolable radiación que produce, muchos expertos consideran que la bomba termonuclear nunca se podría utilizar. Sin embargo, Corea del Norte insistió en haber probado con éxito una bomba de hidrógeno diseñada para viajar en un misil balístico intercontinental. Los expertos insisten en que la bomba de hidrógeno es el arma más poderosa que existe. Incluso más potente que la bomba nuclear. Según los analistas, la bomba de hidrógeno "no conoce límites".

Para Donald Trump llegó el momento de las dudas en una crisis en la que nunca apostó, como se lo pidió República Popular China con insistencia, por abrir un serio y secreto canal de diálogo.
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