El Supremo británico avala la legalidad del protocolo de Irlanda del Norte. (Foto: YouTube)

El protocolo de Irlanda del Norte es legal según el Supremo de Reino Unido

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El Tribunal Supremo del Reino Unido avaló la legalidad del protocolo de Irlanda del Norte acordado por el Gobierno británico y la Unión Europea tras la consumación del brexit, negando así la aspiración de los unionistas probritánicos de lograr su anulación en los tribunales.

La decisión de los jueces ha llevado a diferentes líderes del unionismo a afirmar que la solución es derogar el protocolo o dar por terminado el Acuerdo de paz del Viernes Santo de 1998.

La demanda fue promovida por un grupo de unionistas que incluía a dos exministros principales de la región, Arlene Foster y el fallecido premio Nobel de la paz David Trimble. Ha sido rechazada por los tres tribunales que han analizado el caso. La decisión del Supremo se ha producido además por unanimidad de los cinco jueces. 

El argumento de los demandantes se basaba en la supuesta quiebra, al activarse el protocolo, de tres preceptos de las leyes constitucionales.

En primer lugar, que las normas y controles aduaneros que permiten a Irlanda del Norte pertenecer a la vez al mercado británico y al mercado común europeo son contrarios a la ley de 1800 que dio forma legal al Reino Unido.

El artículo sexto de esa ley estipulaba que la venta de mercancías entre Irlanda y Gran Bretaña no estaría sujeta a ninguna diferencia. Tras la partición de la isla, en 1921, Irlanda del Norte heredó la norma.

Los jueces señalan que el Parlamento británico aprobó el acuerdo de retirada de la UE, que incluía el protocolo y, por tanto, lo enmienda por ser una ley posterior a la de 1800.

Los jueces rechazan que el protocolo altere el artículo 1 de la Ley de Irlanda de 1998, que estipula que el estatus constitucional de Irlanda del Norte solo puede ser modificado por la mayoría expresada en un referendo.

Los magistrados reafirman una decisión anterior en la que puntualizaron que ese artículo solo se refiere a una consulta sobre la permanencia de Irlanda del Norte en el Reino Unido. 

La ley de 1998 creó instituciones autonómicas compartidas. Estipula que la Asamblea de Belfast tiene que aprobar las leyes por mayoría simultánea de los dos bloques (unionistas y nacionalistas) si uno de ellos lo demanda.

Pero el Gobierno británico tradujo a la ley doméstica el acuerdo de retirada, en el que se dicta que los diputados autonómicos pueden decidir por mayoría la prolongación del protocolo durante cuatro años. Por ocho si hay consenso entre los dos bloques.

El fallo del tribunal se fundamenta en la supremacía de las leyes recientes derivadas del acuerdo sobre el brexit. Para Jeffrey Donaldson, líder del Partido Democrático Unionista (DUP), la decisión confirma que el protocolo "ha de ser reemplazado con medidas que los unionistas puedan respaldar. Es una amenaza existencial a la posición futura de Irlanda del Norte en el Reino Unido".

Mientras el DUP confirma su rechazo a reconstruir las instituciones autonómicas, unionistas más radicales, que han debilitado la fuerza electoral del partido de Donaldson, reaccionaron a la sentencia afirmando que el Acuerdo de paz del Viernes Santo ya es insostenible. Esta decisión llega cuando Londres y Bruselas avanzan en la negociación de una reforma del protocolo y a dos meses del 25 aniversario del acuerdo de paz de 1998.
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