Estudiante en aula universitaria, preparado para una nueva clase.

Desempleo juvenil en América Latina baja al 13,6 % en 2023: ¿qué hay detrás de esta tendencia?

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El desempleo juvenil en América Latina ha bajado al 13,6 % en 2023, una noticia que podría parecer sorprendente tras el impacto devastador que tuvo la pandemia en el empleo de los jóvenes. Pero, ¿qué hay detrás de esta tendencia? En este artículo, exploraremos las causas de esta disminución, las brechas de género en el empleo juvenil, los retos del empleo inseguro, y las perspectivas futuras para los jóvenes de la región.

Razones detrás de la reducción del desempleo juvenil en América Latina en 2023

El desempleo juvenil en América Latina ha ido disminuyendo de manera constante desde el año 2021, y en 2023 ha alcanzado su punto más bajo desde el inicio de la pandemia. Este descenso no es fruto del azar. Entre los factores clave se encuentra la recuperación económica gradual que experimentan varios países de la región. Con la reactivación de sectores clave como el turismo, la construcción y los servicios, los jóvenes han encontrado nuevas oportunidades laborales.

Además, algunos gobiernos han implementado políticas de estímulo económico y programas específicos para fomentar el empleo juvenil. Estas medidas incluyen incentivos para la contratación de jóvenes y programas de formación profesional que buscan mejorar la empleabilidad de este grupo. Gracias a estos esfuerzos, muchos jóvenes han podido reincorporarse al mercado laboral, lo que ha contribuido a la caída en la tasa de desempleo juvenil.

Brechas de género en el empleo juvenil: una recuperación desigual

Aunque las noticias son alentadoras, la situación no es completamente favorable. La mejora en el empleo juvenil en América Latina no ha beneficiado a todos por igual. Las jóvenes mujeres continúan enfrentando más dificultades para acceder al mercado laboral. Mientras que el desempleo juvenil masculino se sitúa en un 11,6 %, entre las mujeres alcanza el 16,6 %. Esta brecha de género es preocupante y refleja la persistencia de barreras estructurales y culturales que dificultan la plena participación de las mujeres en el mercado laboral.

Además, las jóvenes tienen más probabilidades de ser "ninis", es decir, de no estudiar ni trabajar. Un preocupante 26 % de las jóvenes se encuentra en esta situación, comparado con el 13,6 % de los hombres. Esto no solo afecta a sus posibilidades de desarrollo profesional, sino que también tiene un impacto negativo en la economía de la región.

Retos del empleo juvenil: el problema del empleo inseguro

Otro desafío importante para los jóvenes en América Latina es el empleo inseguro. A pesar de la reducción en la tasa de desempleo juvenil, gran parte de los nuevos puestos de trabajo son inestables. Se calcula que cerca del 50 % de los jóvenes empleados en la región laboran en la informalidad, lo que implica la ausencia de contratos formales, seguridad social y protección legal.

El empleo inseguro no solo ofrece menos estabilidad económica, sino que también limita las posibilidades de desarrollo a largo plazo. Los jóvenes que se encuentran en esta situación suelen tener dificultades para acceder a formación continua, obtener préstamos o simplemente planificar su futuro. Este problema subraya la necesidad de mejorar la calidad del empleo juvenil en América Latina, no solo su cantidad.

En resumen, aunque el desempleo juvenil en América Latina ha bajado al 13,6 % en 2023, es esencial seguir trabajando para asegurar que esta tendencia positiva se traduzca en mejoras sostenibles y equitativas para todos los jóvenes de la región. De esta manera, se podrá asegurar un porvenir más favorable para las generaciones futuras.

 

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