Sarah Sanders, baja en la Casa Blanca en plena crisis petrolera

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En el plano internacional, fuerte tensión y enigma por el ataque a dos petroleros en el golfo de Omán. Se produjo en el momento de la visita a Teherán del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, intentado mediar entre Irán y Estados Unidos.

La V Flota de Estados Unidos intervino en el rescate de las tripulaciones. El ataque se produjo en la zona donde otros cuatro buques sufrieron un sabotaje hace un mes.



El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que el mundo "no puede permitirse" una gran confrontación en una región tan crítica. Reunión urgente del Consejo de Seguridad a puerta cerrada en Nueva York. El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, acusó a Irán del ataque. pero lo sucedido es todavía un enigma.

El petrolero noruego Front Altair, procedente de Ruwais (Emiratos Árabes Unidos) con destino a Taiwan y cargado con 75.000 toneladas de nafta (destilado del crudo), se incendió después de que sus tripulantes escucharan una “fortísima explosión”. El buque japonés Kokuka Courageous, que transportaba metanol a Singapur desde el puerto saudí de Jubail, sufrió dos impactos. Se produjo un boquete sobre la línea de flotación en uno de sus costados.



Los dos buques habían cruzado el estrecho de Ormuz desde el golfo Pérsico y se encontraban en el golfo de Omán, más cerca de las costas de Irán que de las de Emiratos Árabes Unidos.

Pudieron sufrir un ataque de torpedos. En un clima de nerviosismo, algunos analistas apuntaron a Irán bajo la presión para que renegocie el acuerdo nuclear con Estados Unidos. Pero hay dudas sobre si la Guardia Revolucionaria obedeció órdenes o actuó  bajo las órdenes de belicosos jefes militares. No se descartan otras hipótesis.



En el plano doméstico en Washington los sucesos de Ormuz se unieron a una nueva baja en la Casa Blanca con dudas de si es amistosa o refleja un nuevo choqur interno en la Administración de Donald Trump.

Sarah Huckabee Sanders dejará su puesto de portavoz a finales de este mes.Fue adjunta del portavoz, Sean Spicer, hasta su dimisión en julio de 2017. Son ya 40 altos cargos los que han dejado la Administración de Donald Trump en dos años y medio. Unas bajas políticas nunca conocidas en la escena política de Washington.
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