Han pasado 18 días desde que el equipo de fútbol y su entrenador se quedaran atrapados después de que una lluvia intensa les impidiera salir de la zona.
El fallecido regresaba a un campamento provisional, a unos 1,7 kilómetros de los niños, tras completar su misión de transportar bombonas de oxígeno comprimido hasta la gruta donde se halla el grupo cuando perdió el conocimiento.