Smartmatic rompe con Maduro y denuncia el fraude en la Constituyente
Nuevo giro de los acontecimientos en Venezuela, un país con una población de 32 millones de personas,
Smartmatic, la empresa de gestión electoral en Venezuela, denunció el fraude cometido en el proceso de verificación de papeletas y balance presentado por Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE). Tanto ella como Nicolás Maduro mintieron al presentar los datos.
El giro fue adelantado por la agencia Reuters desde Londres. Smartmatic, la empresa creada por Antonio Mugica y Alfredo Anzola, dos venezolanos formados en la Universidad Simón Bolívar, confirmó este fraude. Smartmatic está hoy dirigida por Antonio Mugica tras fallecer Alfredo Anzola en 2008 en un accidente aéreo. Es la empresa que sustituyó a la española Indra como proveedora de servicios tecnológicos del Estado, una situación que se mantenía desde la época de Hugo Chávez.
En una conferencia de prensa en Londres, el fundador y CEO de Smartmatic, Antonio Mugica, aseguró que la cifra de participación "sin lugar a dudas fue manipulada".
En la madrugada del lunes, con la votación cerrada, Nicolás Maduro anunció el triunfo de la Asamblea Constituyente confirmando que le habían dado su apoyo más de 8 millones de venezolanos. Un comunicado de la oposición advirtió que esa cifra no era verdadera señalando que ellos tenían una estimación de más de dos millones y medio de personas.
Finalmente los venezolanos que apoyaron la Asamblea Constituyente fueron 3,7 millones, menos de la mitad de los más de 7 millones que el domingo 16 de julio se autoconvocaron para votar en una consulta popular contra el plan de Nicolás Maduro de derribar las instituciones republicanas.
El anuncio de Smartmatic, la empresa de gestión electoral de Venezuela, denunciando manipulación en los comicios a la Asamblea Constituyente, puede convertirse en un grave revés para Nicolás Maduro. El país se halla dividido y sometido a fortísimas presones. Dentro y fuera de Venezuela el secuestro de Leopoldo López y Antonio Ledezma -sobre cuya suerte no hay datos verificados ni fe de vida- se ha convertido en un gigantesco escándalo y ha tenido una enorme repercusión.
La situación es muy grave. Nicolás Maduro estaba seguro del éxito de su venganza política contra la oposición. Confió en el plan de los consejeros cubanos. Pero puede tener la sorpresa de sufrir una purga por quienes han sido hasta ahora sus aliados y le han teledirigido.
Smartmatic, la empresa de gestión electoral en Venezuela, denunció el fraude cometido en el proceso de verificación de papeletas y balance presentado por Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE). Tanto ella como Nicolás Maduro mintieron al presentar los datos.
El giro fue adelantado por la agencia Reuters desde Londres. Smartmatic, la empresa creada por Antonio Mugica y Alfredo Anzola, dos venezolanos formados en la Universidad Simón Bolívar, confirmó este fraude. Smartmatic está hoy dirigida por Antonio Mugica tras fallecer Alfredo Anzola en 2008 en un accidente aéreo. Es la empresa que sustituyó a la española Indra como proveedora de servicios tecnológicos del Estado, una situación que se mantenía desde la época de Hugo Chávez.
En una conferencia de prensa en Londres, el fundador y CEO de Smartmatic, Antonio Mugica, aseguró que la cifra de participación "sin lugar a dudas fue manipulada".
En la madrugada del lunes, con la votación cerrada, Nicolás Maduro anunció el triunfo de la Asamblea Constituyente confirmando que le habían dado su apoyo más de 8 millones de venezolanos. Un comunicado de la oposición advirtió que esa cifra no era verdadera señalando que ellos tenían una estimación de más de dos millones y medio de personas.
Finalmente los venezolanos que apoyaron la Asamblea Constituyente fueron 3,7 millones, menos de la mitad de los más de 7 millones que el domingo 16 de julio se autoconvocaron para votar en una consulta popular contra el plan de Nicolás Maduro de derribar las instituciones republicanas.
El anuncio de Smartmatic, la empresa de gestión electoral de Venezuela, denunciando manipulación en los comicios a la Asamblea Constituyente, puede convertirse en un grave revés para Nicolás Maduro. El país se halla dividido y sometido a fortísimas presones. Dentro y fuera de Venezuela el secuestro de Leopoldo López y Antonio Ledezma -sobre cuya suerte no hay datos verificados ni fe de vida- se ha convertido en un gigantesco escándalo y ha tenido una enorme repercusión.
La situación es muy grave. Nicolás Maduro estaba seguro del éxito de su venganza política contra la oposición. Confió en el plan de los consejeros cubanos. Pero puede tener la sorpresa de sufrir una purga por quienes han sido hasta ahora sus aliados y le han teledirigido.
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