Tensión y gritos de "fraude" en Bolivia por los resultados electorales

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La victoria electoral de Evo Morales provocó una oleada de tensión en Bolivia. La oposición denunció un "fraude escandaloso" y llamó a la desobediencia y la "acción democrática", tras desconocer los resultados provisionales de las elecciones generales del domingo.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) informó de que Evo Morales ha sido reelegido como presidente al sacarle los 10 puntos de ventaja a su inmediato rival en los comicios del domingo y la violencia estalló en las calles.

Los incidentes se produjeron en La Paz, frente al hotel donde se realiza el recuento, en Sucre, Cochabamba, Tarija, Ouro y en otras ciudades de Bolivia. La sede regional del tribunal electoral en Potosí fue incendiada, mientras que otras en varias regiones sufrieron ataques.

Los detractores de Morales se enfrentaron a la Policía y a simpatizantes del partido del presidente, el Movimiento al Socialismo (MAS). 

Con el 95,22% del voto escrutado, Morales llegó al 46,86% y Carlos Mesa 36,73%. De acuerdo con la Carta Magna, un contendiente se declara vencedor con el 50% más un voto o, en caso contrario, al sacarle diez puntos de ventaja a su seguidor inmediato.

"No se puede soportar un segundo robo", dijo Mesa en referencia a la consulta popular que hace tres años rechazó las apiraciones del presidente a presentarse para un nuevo mandato. El Tribunal Supremo, sin embargo, lo habilitó a participar en la contienda del domingo. "Este Gobierno ha planteado una situación imposible y lo denunciamos ante la comunidad internacional", añadió.

Asimismo, Mesa pidió que se pronuncien los observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA).  La comitiva expresó su "profunda preocupación y sorpresa por el cambio drástico y difícil de justificar en la tendencia de los resultados preliminares. Mantenemos la esperanza de que el resultado del cómputo definitivo se apegue a la voluntad de los electores manifestada en las urnas y se respete la integridad del voto”.

La muy escasa diferencia de centésimas que  dio la victoria al jefe de Estado enervó a la amplia gama de dirigentes que ya daban como un hecho la segunda vuelta del 15 de diciembre. "Fraude, fraude", se empezó a oír en las calles. 
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