Vandalismo en El Alto y la zona sur de La Paz con vacío de poder en Bolivia

Compartir en:
fjrigjwwe9r1_articulos:cuerpo
El Estado Mayor y la UTOP (Unidad Táctica de Operaciones Policiales) se movilizaron para frenar el vandalismo en El Alto y La Paz, la mayor zona metropolitana de Bolivia. La Policía (Policía Nacional de Bolivia) quedó fracturada en una tremenda lucha política en el país.



Todo comenzó el 20 de octubre. Los bolivianos acudieron a las urnas para elegir presidente. Evo Morales, en el poder desde hace 13 años, buscaba un cuarto mandato a pesar de que la población había rechazado esa posibilidad en un referéndum en 2016.

Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana (CC), era el principal candidato opositor. Con el 84% de votos escrutados,  consiguió un 37,8% de los votos frente al 45,7% del MAS, lo que obligaba a una segunda vuelta. Pero al filo de las 20.00 (hora local) de aquel día el escrutinio quedó paralizado lo que puso en alerta a la Organización de Estados Americanos (OEA).



Al día siguiente, hubo un vuelco espectacular e inexplicable. Con el 95,6% del escutinio, Evo Morales surgió con el 46,86% de los votos frente a un 36,72% de Carlos Mesa. El  resultado suponía para el oficialismo una victoria de más de 10 puntos con apenas unas décimas y evitaba tener que ir a segunda vuelta. El fraude se había consumado y la ira estalló. Carlos Mesa denunció lo que tachó como fraude escandaloso. Fernando Camacho, presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, se erigió como el rostro más visible y radical de la oposición.



Especial preocupación en Argentina por la situación en la capital de Bolivia. La Embajada de Argentina en La Paz se ha convertido en el refugio de Carlos Romero, ministro clave de Evo Morales. Mauricio Macri aseguró a sus ministros que no cree que es un golpe de Estado en Bolivia. Alberto Fernández mantiene otra opinión y está en contacto permanente con Mauricio Macri para que se garantice la seguridad de quienes se han refugiado en La Paz en la Embajada de Argentina.

En Bolivia, la primera prioridad del Estado Mayor tras la renuncia de Evo Morales, se centra en zanjar la división en las tropas policiales. Busca que bomberos y policías intervengan en una situación de caos, peligro y vandalismo. Un grupo de mandos policiales hizo un llamamiento tras la renuncia de Yuri Calderón para que se vuelva a trabajar con disciplina y profesionalidad asegurando que ya no serán dirigidos de forma política.



La Paz vivió actos de vandalismo en todas las direcciones. Ataque al domicilio del rector de la universidad estatal, Waldo Albarracín, uno de los líderes de la protesta contra Evo Morales. La casa de Albarracín fue rodeada por una turba e incendiada, sin que hubiera daños personales.

En La Paz se responsabilizó de este ataque y de la quema de autobuses municipales y saqueos a fábricas y comercios a seguidores del Movimiento al Socialismo (MAS). En Santa Cruz de la Sierra, el bastión de la oposición, un ambiente de ciudad fantasma tras veinte días de bloqueos en las carreteras.



Yuri Calderón, comandante nacional de la Policía Boliviana, presentó su renuncia tras la petición que le hizo el Estado Mayor. La información fue confirmada por Ruddy Uria, director de la Unidad de Comunicación.

Llamamiento en La Paz de José Luis Pereira, director nacional de los Bomberos.

“Vamos a organizar grupos en todas ciudades donde exista mayor violencia e iremos a los focos plenamente identificado y retomar la ciudad. Pido a la ciudadanía que colabore y a la gente que todavía no sabe que la democracia ha vuelto a nuestro país, que se abstengan de cometer excesos, vamos a proceder a detenciones, vamos a agarrar a todas las cabezas que están sembrando zozobra en nuestro país”, anunció en una llamada general al findel miedo, la anarquía y el vacío de poder.
Compartir en: