Varapalo a Evo Morales en Bolivia en el ciclo electoral más complejo

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Los candidatos del Movimiento al Socialismo (MAS) perdieron la segunda ronda electoral el pasado 11 de abril en cuatro estados de Bolivia. La oposición de Bolivia contará con mayor presencia en la composición de los poderes regionales desde que estos fueron creados por la Constitución de 2009.

Los departamentos de La Paz, Tarija, Pando y Chuquisaca fueron de nuevo a las urnas, ya que ningún candidato alcanzó más del 50 % de los votos o más del 40 % con diez puntos de diferencia sobre la segunda candidatura más votada en las elecciones subnacionales del pasado 7 de marzo.

Si se suman los resultados del domingo a los que se dieron en la primera vuelta, seis de las nueve gobernaciones bolivianas quedarán en manos de partidos contrarios al MAS y al gobierno de Luis Arce. Aunque no están coordinados. 

Tal eran los resultados que el líder del MAS, el expresidente Evo Morales, reconoció que “los resultados dejan mucho qué desear” y convocó a una reunión de emergencia para evaluar las razones por las que sus candidatos fueron derrotados.

La primera fase de las elecciones municipales y regionales, el pasado 7 de marzo, confirmó el varapalo del MAS en los comicios. El presidente Arce fue elegido en octubre de 2020 con un millón de votos más que los obtenidos por su partido en la primera vuelta de las elecciones de gobernadores. El MAS solo ganó tres de las nueve gobernaciones en la primera vuelta.  

El domingo pasado, en la segunda ronda de las elecciones que faltaban por definir, el oficialismo se vio perjudicado por un mayor ausentismo de lo normal en Bolivia, un país en el que el voto es obligatorio y la participación suele ser superior al 85%. 




Otro obstáculo para el partido de gobierno fue la concentración del voto de las grandes ciudades en los candidatos alternativos al MAS.
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