Wuhan, una ciudad que permanece bajo el sello del dolor, el miedo y lo secreto. (Foto: CGTN)

Wuhan, marcada por el trauma, el miedo y el misterio del Covid-19

Compartir en:
El 23 de enero quedó bloqueda la ciudad de Wuhan. En la segunda semana de abril cesó el largo confinamiento y el proceso férreo de cuarentena total. Se reanudaron las actividades pero el miedo permanece así como la sensación de que se produjo una gran conspiración por parte del Partido Comunista de China (PCCh) para ocultar lo que sucedió.

Wuhan representa la extensa capital de la provincia de Hubei. Un centro comercial dividido por los ríos Yangtsé y Han con muchos lagos y parques como el famoso Lago del Este.

Wuhan cuenta con el Museo Provincial de Hubei, con reliquias del período de los Reinos Combatientes, incluido el ataúd del Marqués Yi de Zeng y las campanas musicales de bronce de su tumba del siglo V a. C. Tiene una población de 11,08 millones (censo de 2018) y una superficie de 8.494 km².



Wuhan ( escuchar) es la capital de la provincia de Hubei y la ciudad más poblada en la zona central de la República Popular China. Aquí se produjo el levantamiento de Wuchang el 10 de octubre de 1911 que provocól a caída de la dinastía Qing y al establecimiento de la República de China. Wuhan fue brevemente la capital de China en 1927 bajo el ala izquierdista del gobierno del Kuomintang (KMT) dirigido por Wang Jingwei.



La ciudad se convirtió en la capital de guerra de China en 1937 durante diez meses durante la Segunda Guerra Sino-Japonesa. Durante la Revolución Cultural China tuvo lugar un conflicto armado entre dos grupos hostiles que luchaban por el control de la ciudad y se conoció como el incidente de Wuhan.



En la actualidad, Wuhan es considerado como el centro político, económico, financiero, comercial, cultural y educativo de China central. Importante nudo de transporte, con docenas de ferrocarriles, carreteras y autopistas que pasan por la ciudad y se conectan con otras urbes importantes.

Debido a su papel clave en el transporte doméstico, a Wuhan a veces se lo conoce como el Chicago de China.

Wuhan (con los distritos de Wuchang, Hankou y Hanyang) no es cualquier ciudad de China. Se halla cerca de la presa de las Tres Gargantas (la central eléctrica más grande del mundo. Cuenta con cuatro parques de desarrollo científico y tecnológico, más de 350 institutos de investigación, y numerosas empresas de alta tecnología e incubadoras de empresas e inversiones.

Sobre lo que pudo suceder en Wuhan alertó Ren Zhiqiang, de 69 años, uno de los hombres más poderosos del sector de los bienes raíces, cercano a Xi Jinping y hoy desaparecido.

Trauma, miedo y misterio. La cadena NBC News aportó importantes nuevos datos. El sistema sanitario de Wuhan ya estaba colapsado desde noviembre de 2019. China informó el 31 de diciembre a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de una nueva cepa viral. Pero mintió al asegurar que ya estaba bajo control.

El Legacy Media South China Morning Post (principal periódico en inglés de Hong Kong) precisó que el 17 de noviembre ya se conocía en Pekín la gravedad del nuevo virus.

Las nuevas informaciones coinciden en cuatro cuestiones cruciales;

1. El Partido Comunista de China (PCCh) ha mentido sobre sobre el número de fallecidos y contagios. Probablemenye nunca se sabrá. pero podrían llegar a ser cifras escalofriantes.

2.  De haberse conocido de inmediato, y advertido por China, de la gravedad del nuevo virus, la comunidad internacional hubiera podido combatir con mejores herramientas una pandemia que se cobró la vida de más de 100.000 víctimas en todo el mundo y paralizó la economía de manera brutal.

3. China tiene también la responsabilidad de no haber advertido y trabajado en una vacuna tras lo sucedido en 2002, en la provincia china de Cantón con el virus del SARS Se descubrió que lo que causaba la enfermedad era un coronavirus que se había originado en un animal y había pasado a los humanos.

4. Finalmente China ha prohibido comer carne de perro y de gato. El consumo de animales salvajes ha propagado el Covid-19. La presión internacional, que no debe cesar, ha sido muy importante.
Compartir en: